El Saló de Cròniques del Ajuntament ha acogido este lunes la toma de posesión de Maria Assumpció Vilà como Síndica de Greuges de Barcelona, cargo en el que repite por cinco años más tras ser reelegida el mes de julio pasado tras un proceso participativo ciudadano y el consenso de todos los grupos municipales a excepción de la CUP, que se abstuvo.

Vilà ha estado acompañada en este acto por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y los líderes de los grupos políticos municipales.

En su breve discurso, la síndica ha pedido a Colau "más recursos" y un "presupuesto finalista" para la institución que lidera y ha anunciado que se marcará como uno de los retos fundamentales de su nueva etapa en el cargo el poder dar respuesta a las quejas ciudadanas que le hagan llegar en un plazo "razonable". Por ello, ha indicado que la respuesta a las peticiones de información de los órganos municipales han de llegar a la Sindicatura en 30 días como máximo. Asimismo, Vilà apuesta  por la mejora de la coordinación interna con otros organismos similares, como el Síndic de Greuges o el Defensor del Pueblo, una necesidad que quedó en evidencia tras el estallido de polémicos casos como el de los abusos sexuales a menores por parte de un docente de los Maristas de Sants-Les Corts.

Vilà también ha adelantado en su intervención que presentará ante el gobierno municipal en el próximo C0nsell Plenari Municipal una propuesta de reglamento "eficaz" cuando se cumplen 11 años de la creación de este documento.

Como principales caballos de batalla de cara a la mejora de la calidad de vida de los barceloneses, la síndica ha citado la reducción de las personas sin techo en la ciudad, la lucha contra el ruido, que ha calificado como "una agresión directa a los vecinos", solucionar el déficit existente de servicios sociales, y la mejora del transporte público, la educación y los servicios sanitarios públicos y conseguir que los beneficios que genera el turismo en Barcelona reviertan en la ciudad.