La Audiencia de Madrid ha ordenado precintar durante un mes un 'piso patera' del barrio madrileño de Usera, prohibiendo al dueño y los inquilinos el uso de la vivienda durante ese perídodo.

Según publica hoy el diario 'El País', el cierre ha puesto fin a siete años de protestas y 30 denuncias por parte de la comunidad de vecinos.

Los inquilinos, en su mayoría inmigrantes, convirtieron los pasillos y las escaleras de la finca en algo parecido a un campo de batalla. Allí las 24 horas del día eran como la hora punta en el Metro.

"Los ruidos eran constantes, había suciedad en las escaleras, peleas, filtraciones de agua...", declararon al citado periódico algunos de los vecinos.

Ricardo Ayala, abogado defensor de los vecinos del bloque, señala que esta sentencia es un aviso a los dueños de viviendas que se lucran alquilándolas a extranjeros en condiciones indignas.