Así lo han señalado este lunes a Europa Press desde la Red Sísmica Nacional, integrada en el citado organismo, desde la que han añadido que cuentan con "bastantes estaciones" que pueden registrar "casi cualquier terremoto" y con las que hay "un seguimiento continuo".

En el caso de este área jiennense, entre Peal de Becerro, Jódar y Larva, han sido "en torno a 350 los terremotos detectados desde el pasado enero", pero "son de una magnitud pequeña o moderada". "El más grande, de 3,3 de magnitud y luego muchísimos de uno y poco. Es relativamente normal todavía, no es algo muy anómalo", han señalado para añadir que "en muchos sitios de España ocurren terremotos en una misma zona".

Han afirmado, además, que de esos movimientos los sentidos por la población ha sido apenas una decena, punto en el que, junto a esa poca magnitud, han aludido a otro probable factor, que sea un área entre medias de varios municipios donde no hay población cercana.

Con respecto al posible origen de estos seísmos, las citadas fuentes han explicado que "ocurre igual que en Torreperogil, no se conoce si hay fallas ahí". Se ha referido así a los numerosos terremotos que se produjeron entre 2012 y 2013 en la comarca de La Loma, centrados especialmente en ese municipio y Sabiote, sobre los que un estudio oficial coordinado por el IGN determinó como causantes a dos fallas de no gran tamaño desconocidas hasta entonces.

"Pasa lo mismo. No se conoce si hay fallas ahí. Desde luego, grandes no hay y eso lo que indica es que en teoría no debería haber un terremoto muy grande. Debe ser como una zona que está muy fragmentada y se va moviendo y por eso tienes muchos terremotos relativamente pequeños", han comentado no sin recordar que los terremotos, sean pequeños o grandes, no se pueden prever.

En cualquier caso, desde la Red Sísmica Nacional han incidido en un mensaje de tranquilidad ante una actividad en el área de Peal de Becerro que es todavía normal y sobre la que realizan un control de localización de los terremotos y estudios.

En este sentido, han destacado que vienen trabajando con expertos de las áreas de sismología de las universidades de Granada y Jaén, si bien

han matizado que es un análisis que "requiere tiempo" y no se puede hacer de un día para otro.