«Cuando mi hija se pone mal mi casa se altera enterita. Si me quitan la ayuda esto será una locura. Los monitores son un respiro psicológico y físico». Es el testimonio de Luisa Gómez, madre de Noemí, una joven psicodeficiente con graves trastornos de conducta: se autolesiona y agrede a los demás. Lo mismo le ocurre al hermano de Ángeles Uvero, de 46 años, quien sufre traumatismo craneoencefálico tras un accidente de moto.

La Junta ha enviado a nueve familias sevillanas una carta anunciándole que el 31 de diciembre finaliza el programa de ayuda que reciben en sus hogares: monitores que cuidan de sus familiares enfermos de 4 a 5 h al día, de lunes a viernes. «Cuando recibí la noticia me vine abajo. He llorado mucho y estoy asustada», dice Luisa.

Mariló Muñoz, madre de otro psicodeficiente de 24 años, dice que si le quitan a los monitores tendrá que montar otra vez el manicomio en casa. «Cuando a Jesús Ramón le entran las crisis tira los muebles y rompe los cristales. Me pega hasta dejarme medio muerta».

Reunión el lunes

La Consejería de Igualdad y Bienestar Social ha citado a las familias afectadas este lunes, a las 10 h, para tratar el tema. Y ha aclarado a 20 minutos que la nueva Ley de Dependencia «no suprime o elimina estas ayudas, al contrario, las incrementa».

La Junta sólo ha valorado a 300 grandes dependientes sevillanos de los 12.950 que lo han solicitado. Para cualquier duda sobre la nueva Ley, se puede llamar al teléfono 902 166 170.