Rubén López, el albaceteño de 19 años, herido de gravedad en la explosión del pasado lunes en la provincia afgana de Farah, sufría ayer la amputación de su pierna izquierda, del mismo modo que el vallisoletano Julián Alonso, de 20 años, sufría la amputación de su pie izquierdo.

Según informó El teniente coronel Martínez Hernani, de la Subdelegación de Defensa de Albacete, el joven Rubén López García, de estado civil soltero, ingresó en el Ejército de Tierra en enero de este año y está destinado en la primera Bandera de la Brigada Paracaidista, siendo natural de Albacete capital y no de Badajoz como se había especificado en las primeras informaciones.

Concretamente, López vivía con sus padres en el Barrio de Cubas de la ciudad de Albacete, siendo una familia modesta. Hasta su hogar se dirigió el Coronel Aurelio Guillén, subdelegado de Defensa, para visitarla e informarla de las últimas noticias llegadas desde Afganistán, algo que también hizo con los familiares de Carlos Sotos, el otro albaceteño, de Casas Ibáñez, herido en el fatal accidente.

El convoy accidentado, formado por cinco BMR, sufrió el ataque a primera hora de la mañana del lunes, cuando la rueda trasera del vehículo que iba en cabeza activó un artefacto explosivo.

Dicha explosión provocó la muerte de dos caballeros legionarios, Germán Pérez Burgos, de 33 años, natural de la localidad pacense de Alanje, y Estanley Mera Vera, de 20, natural de Guayaquil (Ecuador), además de la de la intérprete que les acompañaba Rooulah Mosavi.

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