Según ha informado este jueves el citado cuerpo, los hechos se produjeron cuando el chico se dirigía a su domicilio hablando por su teléfono cuando a la altura de su vivienda fue asaltado por dos individuos, que le exigieron el terminal.

Al ver la navaja que llevaba uno de ellos, el menor se quedó bloqueado e inmóvil y los agresores comenzaron a golpearle brutalmente arrojándolo al suelo, donde siguieron con la agresión hasta hacerse con el teléfono. Entonces, le amenazaron de muerte en el caso de que hablase con la Policía.

Consumada la agresión y el robo, el menor llegó a su casa con la ropa hecha jirones, sangrando, atemorizado y con una fuerte crisis de ansiedad, que le impidió conciliar el sueño fruto del temor y shock sufrido.

Los investigadores lograron identificar y detener a uno de los dos agresores, mientras que el segundo se personó en Comisaría para participar voluntariamente en una rueda de reconocimiento. Sin embargo, lo hizo desprovisto de las gafas graduadas que habitualmente suele llevar con el fin de sembrar dudas entre los testigos y dificultar la identificación plena del detenido.

A pesar de ello, fue reconocido por los presentes y detenido, resultando ser hermano del primer agresor. La autoridad judicial decretó el ingreso en prisión de los dos arrestados. La intervención ha sido llevada a cabo por agentes adscritos a la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría de Linares.