El horario justo de estudio

Alumnos. Conviene planificar el curso desde el principio para evitar que, cuando lleguen los exámenes, nos desesperemos por no haber trabajado durante el año.
Las bibliotecas, vacías durante el curso, se llenan en época de exámenes.
Las bibliotecas, vacías durante el curso, se llenan en época de exámenes.
Las bibliotecas, vacías durante el curso, se llenan en época de exámenes.

Muchos alumnos se lamentan, en ocasiones, por no tener tiempo suficiente para todo lo que tienen que estudiar. Pero esto puede deberse a una incorrecta distribución de los horarios.

Organizarse con sensatez permite aprovechar mucho mejor los esfuerzos, sin tener que quitarle horas al sueño o al ocio.

cómo organizarse

Ventajas.- Un horario fijo ayuda a la concentración, sirve para ser consciente del propio rendimiento y obliga a regular el esfuerzo. Además, evita la ansiedad que produce la acumulación de trabajos pendientes.

Planificación.- Se debe hacer un plan de estudio realista, que se pueda llevar a cabo. Los horarios deben ser regulares, de acuerdo con nuestras posibilidades, preferencias y ritmos biológicos. No debemos ser extremadamente ambiciosos en nuestras metas para no frustrarnos si no las alcanzamos. El lema ideal para el estudio es «lento pero seguro».

Distribución.- Conviene hacer un listado de qué lección o tema trataremos en cada hora. Deja los más difíciles para los mejores bloques horarios (aquellos en que nos cunda más el trabajo). Las horas de estudio han de ser siempre las mismas.

Mejor a solas.- Siempre es mejor el estudio individual. En grupo se producen retrasos por las deficiencias de los otros, es más frecuente desconcentrarse y se tarda más tiempo en iniciar la sesión.

Sesiones.- Los periodos de estudio tienen que ser de un máximo de cincuenta minutos, pues no es fácil mantener la concentración por más tiempo. Se deben alternar con descansos de diez minutos, pero no más. Conviene moverse y salir del lugar de estudio.

Duración diaria.- El tiempo óptimo oscila entre dos y tres horas al día durante cinco o seis días a la semana. Querer estudiar más horas diarias no resulta práctico, pues es un esfuerzo que se aprovecha poco. Debemos mantener nuestras horas de sueño; de lo contrario, rendiremos menos.

Prácticas útiles.- Impide que tus amigos te llamen durante el tiempo que dedicas al estudio. Pide a tus padres, hermanos, pareja, amigos, o personas con las que convivas, que te fuercen al estudio, recordándote tu horario y tus obligaciones. Ten a tu alcance todo lo que necesites para no perder tiempo levantándote mientras estudias y evitar desconcentrarte.

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