Según han informado fuentes de la Comisaría de la Policía Nacional en Valladolid, el dueño de la mochila se apeó del tren en la estación de Segovia, procedente de Madrid, y éste continuó su trayecto en dirección a la capital vallisoletana.
El propietario se percató de que se había olvidado la mochila en el portamaletas ubicado encima del asiento que ocupó en el tren, por lo que posteriormente informó de lo sucedido en el control de accesos de la estación de ferrocarril de Segovia.
Los trabajadores telefonearon al interventor del tren, quien encontró la mochila y, como el tren finalizaba trayecto en Valladolid, se la entregó ya en la estación Campo Grande a un vigilante de seguridad, que a su vez comunicó la situación a la Policía Nacional.
Los agentes policiales se hicieron cargo de la misma, ya que debido al valor del contenido se debía seguir un protocolo de entrega distinto al habitual. Una vez en dependencias policiales y tras comprobar que el pasajero era el legítimo propietario de la mochila se le pudo devolver.
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