El Ayuntamiento de Barcelona ha comenzado a instalar plataformas desmontables en la calzada de los alrededores de la Sagrada Familia para instalar en ellas terrazas y liberar las calles de la presión turística.

Se trata de una prueba piloto que ha comenzado con la colocación de tres plataformas en el tramo de la avenida Marina en las calles Mallorca y Valencia, con lo que se prevé aumentar el espacio público para los viandantes y mejorar la movilidad, ha informado el Ayuntamiento este jueves.

Dos de estos elementos son de madera y otro de madera tecnológica, una mezcla de madera y plástico, que se han financiado con 97.800 euros procedentes del Impuesto sobre Estancias en Establecimientos Turísticos (IEET) y la medida está incluida en la disposición previa de terrazas de los entornos de la Sagrada Família.

El consistorio espera recuperar aproximadamente un 30% del espacio para peatones de las aceras en las calles Marina y Sardenya, que concentran un alto flujo de turistas procedentes de las paradas de autocares habilitadas para los visitantes de la basílica.

En septiembre se colocará otra plataforma de madera en la calle Marina entre València y Aragó, y en otoño se llevará a cabo otra prueba con más plataformas en la calle Sardenya.

Las que ahora se instalan tienen espacio para tres mesas y 12 sillas, se ubican entre las plazas de aparcamiento y dejan una separación de seguridad con protecciones respecto al carril de circulación.

La regulación de las terrazas pretende ordenar el espacio especialmente en zonas turísticas como la de la Sagrada Familia, una zona que visitan unos 3,2 millones de personas al año, con unos diez millones de visitantes anuales en todo el entorno de Barcelona.

Los alrededores de la basílica concentran una importante presencia de bares, restaurantes y cafeterías, con 49 locales con terraza, especialmente en las calles Sardenya, Mallorca y València, y el ayuntamiento prevé reducir las terrazas de la zona de 193 mesas a 92.