El año pasado el emperador Adriano revivía en el Museo Arqueológico gracias a la compañía La Tarasca y la obra Memorias de Adriano.

Este mes de septiembre el político se muda a las Reales Atarzanas porque La Tarasca recupera este montaje como grupo invitado para poner el broche final al ciclo de teatro con el que la compañía Teatro Clásico de Sevilla ha llenado de personajes y acción este espacio durante el verano.

Ramón Bocanegra dirige y adapta la obra original de la escritora Marguerite Yourcenar, quien sentía una gran admiración por este emperador tan vinculado a Sevilla y a Itálica.

«El libro estaba planteado como una carta de Adriano a Marco Aurelio y aquí la hemos convertido en un hecho dramático, introduciendo más personajes», explica el director.

Éstos son: Hermógenes, el médico personal que acompañó al emperador en sus campañas; dos «genios» que simbolizan el lado apolíneo y dionisiaco de Adriano; y la autora, personaje del s. XX que se incluye en la trama generando un encuentro de dos épocas distintas.

El protagonista, Juan Carlos Sánchez, define a su personaje como alguien admirable tanto en su faceta de gran político como en la de persona: «Adriano es el primer ejemplo de humanidad, fue un personaje de enorme amplitud y un hombre muy moderno en una época controvertida».

El montaje muestra al emperador en su vejez, reflexionando sobre su propia vida y las conquistas, los turbios episodios palaciegos, las horas de triunfo y de peligro...

* Atarazanas. C/ Temprado, 2. Hoy, estreno. De miércoles a domingo, a las 21.30 h. Precios: 14, 12 y 10 euros. Hasta el 14 octubre.

CAMBIOS EN EL REPARTO

Esta renovada Memorias de Adriano tiene dos cambios con respecto a la del año pasado: el primero, el espacio; el segundo, el reparto. Aquí Juan Carlos Sánchez da vida a Adriano y Amparo Marín a la autora de la obra. «Es muy enriquecedor porque ellos le dan una visión diferente a los personajes», opina el director.