Según han informado desde la institución, se decidió renovar la instalación después de que el pasado enero una ráfaga de viento derribara parcialmente la valla, que estaba en muy mal estado.

La nueva tiene un perímetro de 144 metros y está hecha de acero galvanizado para que resista a la corrosión provocada por la sal marina. El presupuesto ha ascendido a 24.000 euros. El conseller de Cultura y Patrimonio, David Ribas, ha explicado que la sustitución era imprescindible para garantizar la protección del yacimiento.

"Se trata de uno de los bienes catalogados como Patrimonio de la Humanidad y el objetivo era completar la sustitución durante el primer semestre del año y hemos cumplido los plazos", ha dicho.