Según una nota enviada este lunes por la institución provincial, junto con los talleres infantiles clausurados a principios de junio -Urium, Buba, El Duende y Manú- son alrededor de ochocientos niños y niñas de la provincia los que este año "se han hecho más sabios y más libres" y han aprendido "hábitos sanos de comportamiento y valores sociales", señala el comunicado.

El recinto romero de Cartaya y el parque Aquópolis han sido las localizaciones elegidas para el disfrute de los menores y acompañantes de Chamán. También los participantes andevaleños del taller Tierra de cuentos, los Trotamundos y los Piratas han optado por este parque acuático para la celebración de sus jornadas lúdico-educativas, en las que no han faltado guinkanas, degustaciones gastronómicas y la diversión y los juegos en el agua.

Según ha señalado la diputada de Bienestar Social, Aurora Vélez, uno de los objetivos fundamentales de estos talleres, que Diputación desarrolla desde el año 2.000, es "apoyar a las familias" en su labor educativa. Por eso constituyen uno de los programas preventivos grupales comunitarios "más importantes" de los que se desarrollan desde los Servicios Sociales.

Velez ha asegurado que la aceptación va pareja a su importancia, ya que la "valoración positiva por parte de padres y madres", centros educativos, los propios menores y la población en general, "se incrementa edición tras edición".

Según se recoge en el comunicado, los talleres, que se celebran con la colaboración de los ayuntamientos y los centros educativos locales, adoptan una denominación distinta según la zona donde se desarrollan. Todos, sin embargo, tienen el mismo objetivo, que no es otro que "la construcción de una sociedad más plural y tolerante", mediante la formación de las generaciones futuras en valores sociales como la solidaridad, la interculturalidad, la igualdad y el respeto a las diferencias.

Las áreas de trabajo más frecuentes que se desarrollan en los talleres son las de desarrollo y crecimiento personal, la educación para la convivencia, la educación en valores, el ocio y el tiempo libre y la educación para la salud. Monitores y educadores sociales de las zonas son los encargados de impartir estos talleres, que se desarrollan con una media aproximada de veinte menores por taller, en sesiones semanales de dos horas de duración.