El duro regreso a las aulas

  • Los primeros días son los más duros, pero hay que tomarlos en serio para encarar bien el resto del curso.
  • Conviene recuperar los hábitos progresivamente.
Alumnos de Bachillerato, a la salida de sus clases.
Alumnos de Bachillerato, a la salida de sus clases.
Alumnos de Bachillerato, a la salida de sus clases.

Unos dos millones y medio de alumnos, de todos los niveles, acaban de comenzar sus clases o están a punto de hacerlo. Millones de despertadores anuncian la vuelta a la rutina educativa.

Es normal sentirse ansioso, asustado, excitado o deprimido. Son muchas cosas nuevas y no es fácil ajustar las rutinas después de un largo periodo de vacaciones. Pasar del chiringuito al pupitre puede ser un golpe duro. Para facilitar el regreso es aconsejable recuperar los hábitos de forma progresiva.

Cómo afrontarlo

Comenzar bien. A todos nos interesa estar preparados para sacar el máximo rendimiento del año académico. Los primeros días pueden resultar caóticos, pero hay que tener paciencia y tomar algunas medidas.

Adaptar rutinas. No conviene volver directamente de las vacaciones el día antes de empezar las clases. Hay que acostarse y levantarse más temprano la semana anterior y retomar los hábitos alimenticios.

Organizarse. Preparar el lugar de estudio en casa y reunir el material necesario para afrontar el curso es básico. El tiempo es el recurso más valioso, así que conviene planificarlo sin olvidarse de incluir los días de descanso y las actividades extraescolares.

Actitud positiva. Volver a clase suele ser una obligación, además, están los trabajos y los exámenes. No suena demasiado bien, pero hay que intentar pensar en los alicientes: el reencuentro con los amigos, conocer gente nueva y cambiar de actividad tras casi tres meses de ocio.

Empezar ya.- Las vacaciones han terminado, es hora de empezar a estudiar, sin ansiedad pero sin dejarlo para mañana. Los primeros días son difíciles para todo el mundo, mas hay que superarlos cuanto antes para comenzar a rendir lo antes posible.

La primera impresión. Los primeros días conviene estar sentado correctamente en clase y antes de que llegue el profesor. Eso dará una buena impresión de ti, igual que escuchar atentamente, tomar notas, no hablar con los compañeros y esperar tu turno para intervenir. Hay que estar preparado para ser participativo y preguntar en los momentos adecuados.

Disciplina y diálogo

En los primeros días de clase los profesores se presentan y cuentan cómo será el curso, el sistema de evaluación y las normas de disciplina. También suelen dar la oportunidad de que los alumnos hablen sobre ellos y sus expectativas y es un buen momento para mostrarse participativo. La primera toma de contacto puede condicionar el resto del año, así que conviene comportarse adecuadamente, sin llegar tarde ni distraerse con los compañeros.

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