Problemas, uno a uno

Aulas a tope: El instituto Les Alfàbegues de Bètera utiliza espacios que no son aulas para impartir clases. Por ejemplo, aulas de los profesores o incluso la biblioteca.

En las antípodas, el instituto de la Pobla de Vallbona, que año tras año sufre ampliaciones para evitar la instalación de barracones. En este momento hay unos 35 alumnos por clase, cuando el máximo es de 37, explican desde la Federación de Asociaciones de Padres y Madres.

Poco personal: El instituto de Ribarroja espera, desde 2001, que se ocupe una de las plazas de administrativo que tiene vacante.

Sin comedor: Los centros de Secundaria tienen cantinas y no comedores propiamente dichos, según denuncia Gemma Piqué. Además, el 95% de los centros que sí cuentan con comedor están saturados y se ven obligados a realizar dobles turnos, dice.

Falta de monitores: Los estudiantes del instituto Laurona de Llíria que viajan en el autobús escolar no tienen monitor. FAPA-Valencia contactó con la empresa, que le comunicó que no era necesario al no tratarse de alumnos conflictivos. Además, la federación se queja de que hay profesores sin capacitación lingüística para impartir clases en valenciano.

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¿Quién va a llevar a mi hijo al cole?

La incertidumbre ya ha acabado, la Conselleria ha admitido el recurso que presentó la Unión Temporal de Empresa (UTE) Roymar y Otros, y finalmente será ella la encargada del 35% del transporte escolar en la provincia de Valencia. El pasado viernes, la UTE Uvacar se encargó de llevar a los escolares, ya que había firmado el contrato con la Conselleria. Sin embargo, cuando los buses llegaron al punto de recogida se encontraron con autocares de Roymar. Para Uvacar, la resolución del conflicto es «incongruente». Roymar está satisfecha y hoy comenzará a prestar servicio.