Basta recorrer sus pasillos para darse cuenta de la tensión que lo envuelve todo. El jueves los expertos designados por la consejería de Sanidad concluyeron que se produjeron 73 casos de sedaciones supuestamente inadecuadas en el hospital entre septiembre de 2003 y marzo de 2005. Pero la investigación sigue todavía abierta en manos de la Fiscalía de Madrid.

Aliviar la presión

«Estamos cansados por todo el daño que se nos ha hecho», cuenta una portavoz sindical de UGT. Porque al margen de la situación surgida por la crisis, en este centro siguen abiertos otros frentes de batalla.

La apertura del hospital de Fuenlabrada, en junio de 2004, debía aliviar la fuerte presión asistencial que sufría el Severo Ochoa. De una población asignada de 375.000 vecinos se pasó a 183.000, principalmente de Leganés. Pero en la práctica, la saturación de las urgencias continúa, según CC OO y UGT.

El gerente, Carlos Marfull Villena, nombrado en marzo, tras la crisis, está llevando a cabo un estudio para determinar cuál ha sido el impacto real del nuevo hospital. Aunque en algunas secciones se ha aliviado la presión asistencial –por ejemplo en las urgencias, según afirma–, en otras ha aumentado.

«Hay áreas en las que no notamos que se haya abierto otro hospital», dicen UGT y CC OO. Ello se ve, por ejemplo, en los servicios de diálisis, que tiene que asumir el Severo Ochoa hasta que lo ponga en funcionamiento el hospital de Fuenlabrada.

En abril el número de primeras consultas fue superior al del año anterior pese a que ya está en funcionamiento un segundo centro para el área nueve. La gerencia cree que la razón es que muchos pacientes que llevaban años siendo atendidos en el Severo Ochoa, han preferido continuar con sus tratamientos en este hospital.

Otro problema acuciante del Severo Ochoa es el archivo, cuya situación es «absolutamente infrahumana». Aquí todavía se guardan las historias de los pacientes del hospital de Fuenlabrada y sus instalaciones no son sólo pequeñas, sino viejas.

El hospital está pendiente de una segunda fase de ampliación en la que se contempla un nuevo espacio para el archivo. La idea es levantar un pabellón de gobierno al que se trasladarán las oficinas administrativas. Eso permitiría la ampliación del servicio de radiología, consultas y laboratorio. Pero no hay fecha para el inicio de obras.

En las urgencias faltan cardiólogos, oftalmólogos,  y otorrinos. De hecho, se trata de una «reivindicación histórica» a la que la gerencia espera  responder. Lo mismo que al déficit tecnológico, que el  sindicato Cesm Madrid ve «crónico». «En traumatología hay una falta de medios enorme, nos faltan motores y sierras y hay mucha desmotivación. Inclusive hay gente que no quiere venir aquí».

En un lapso de tres a cinco años el hospital pondrá en marcha un «plan renove tecnológico» para cambiar el material obsoleto.

Próxima entrega

Fuenlabrada

Unidad psiquiátrica

La primera fase de obras que ha emprendido el hospital Severo Ochoa culminó en enero. En esta parte se ampliaron las urgencias y se puso en marcha un hospital de día pediátrico, así como una unidad de psiquiatría para enfermos agudos. La novedad de este servicio es que se atiende a los pacientes de forma especial sólo cuando tienen las crisis más agudas. En la segunda fase de obras se hará énfasis en la tecnología, para cuyo plan renove se han asignado más de un millón de euros.

Severo ochoa

Fundación: 1987

Gerente: Carlos Marfull Villena

Camas: 412

Personal: 1.752

Superficie: 40.000 m2

Población que atiende: 183.000 vecinos del área 9.

Cómo llegar: El centro está en la Avenida Orellana, s/n. Metrosur: estación Hospital Severo Ochoa. En autobús desde Aluche en la línea 491 y desde Oporto en la 461.

Las cifras de 2004

Ingresos: 16.358

Urgencias: 128.318

Intervenciones totales: 11.516

Presupuesto 2004:102. 700. 000 euros.

>Lo mejor

L a unidad de psiquiatría para enfermos agudos.

>Lo peor

Faltan otorrinos, cardiólogos y oftalmólogos.