De este modo, "la evolución de los precios en mayo, que coincide todavía con una expansión clara del consumo y del mercado laboral, aleja cualquier posible alarma de espiral deflacionista".

De hecho, subraya, "salvo sorpresa inesperada y siempre que acabe normalizándose la cotización del crudo, el nivel de precios debería situarse en tasas moderadamente positivas durante el tramo final del año".

En definitiva, aunque 2016 "describe un escenario de precios más bajos que en la anualidad anterior, se prevé que empiece a darse cierto nivel de estabilidad".

La evolución actual de la inflación, que acumula ya 25 meses consecutivos sin subidas por el abaratamiento de ciertos productos importados, "contribuye a la recuperación económica y a la mejora de la capacidad adquisitiva de la población".