La reestructuración de la deuda del consorcio, del que participan el Ayuntamiento, CaixaBank, Dexia Sabadell e Ibercaja, divide la deuda del ente en sostenible y no sostenible, de tal modo que algo más de 118 millones de euros se corresponden con la sostenible y 47,7 millones con la no sostenible.

El acuerdo contempla que el Ayuntamiento de Burgos realizará una aportación anual de 3,7 millones de euros vinculada a la deuda no sostenible durante los próximos quince años y que dicha cantidad podría reducirse en caso de que los activos del consorcio se vendan por un importe superior a los 118 millones de euros previstos.

Por otro lado, el Consistorio se ha comprometido a abonar de forma trimestral el porcentaje de deuda sostenible y a mantener un fondo de garantía durante ocho años, que permita en un futuro desarrollar la parte de la planificación pendiente.