Tres años por esconderse en la mesa trucada con la que estafaron 500.000 euros a un empresario

  • La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a tres años de prisión a un ciudadano croata con la falsa identidad de M.S. por participar en la estafa de casi 500.000 euros con una mesa trucada a un conocido empresario almeriense por la que ya fue condenado su compinche, T.B., alias 'Angelo', quien se hacía pasar por "un noble italiano con una gran fortuna".

La sentencia, consultada por Europa Press, considera probado que M.S., identificado posteriormente como E.D., era la persona que "estaba escondida" debajo de la mesa, concretamente en el "interior del pie central", y "fue quien manipuló los billetes" ya que se localizaron "sus huellas" en el papel que envolvía las

fotocopias que hicieron pasar por billetes.

También se encontraron sus huellas en una copa de cristal y en una botella de agua del hotel de la capital elegido para montar la mesa "de grandes dimensiones" trucada, que un trabajador del establecimiento ayudó a instalar junto a M.S., al que identificó posteriormente ante la Policía Nacional.

M.S. o E.D. fue entregado por las autoridades croatas a España el 14 de mayo de 2015 en ejecución de una orden europea de detención expedida como consecuencia de este procedimiento y después de que T.B. ya hubiese sido condenado también a tres años de prisión como autor de un delito de estafa agravada.

En el plan, T.B. fue quien simuló ser un aristócrata con "una enorme fortuna" que necesitaba cambiar billetes de 500 euros por otros más pequeños y quien ofrecía, a quien se lo facilitase, una compensación del diez por ciento de la cantidad fraccionada. El otro fingió ser su socio, y, juntos, usaron para la ejecución del timo una "mesa de grandes dimensiones" trucada.

En concreto, el artefacto contaba con un "pie central" capaz de albergar en su interior a una persona y con acceso a "dos cajones" con los que dieron el 'cambiazo' a la víctima pese a que este, un conocido empresario de la Comarca del Poniente, acudió a la cita en la que se debía producir el intercambio de billetes con una máquina "para contarlos y detectar si eran falsos".

El plan se desarrolló desde octubre a diciembre del año 2010 y la estafa pudo destaparse cuando, 24 horas después de que se hubieran "apropiado" de 491.000 euros, el Servicio Aduanero Francés interviniese a T.B., quien se presentaba como 'Angelo', la cantidad de 232.750 euros en el interior de una caravana que procedía del levante español.

Para su ejecución, estuvieron contactando durante casi medio año con una tercera persona, no enjuiciada, a quien "usaban, sin que él mismo fuera consciente de ello", para que les presentase a "la víctima idónea para la estafa por su conocimiento de los empresarios de la zona".

Esta persona, "convencida de que los acusados eran inversores italianos", les presentó al que a la postre sería el perjudicado y se concertó una primera reunión para octubre de 2010 en la cafetería de un conocido centro comercial de Murcia.

Una vez allí, T.B. trasladó que era "un noble italiano con una enorme fortuna" que necesitaba "cambiar billetes de 500 euros por billetes más pequeños de 200, 100 o 50 euros" y aseguró al empresario que ofrecía "como compensación de tal cambio, un 10 por ciento de la cantidad cambiada".

PRIMER INTERCAMBIO

En esa cita en Murcia, se produjo el primer intercambio por el que la víctima entregó al acusado

10.000 euros y recibió a cambio 11.000 euros en billetes de 500 euros con los que "no tuvo ningún problema", por lo que se "incrementaron los contactos" con el intermediario para ejecutar el timo.

Un día antes de que se consumase, el día 29 de diciembre de 2010, el supuesto 'Angelo' y el conocido empresario ejidense acordaron en una cafetería de El Parador, en Roquetas de Mar, el cambio de un total de 500.000 euros por los que el segundo iba a recibir 1,5 millones de euros, y habrían quedado para encontrarse en un hotel de la capital.

Los acusados se alojaron entonces en este establecimiento, contrataron la sala de reuniones del hotel y montaron el artilugio en forma de mesa de grandes dimensiones "que ellos mismos y por partes trasladaron". La estafa se perpetró el día 30. Pasaron a la sala de reuniones donde 'Angelo' le mostró la mesa y los cajones, uno de ellos aparentemente lleno de billetes de 500 y otro vacío".

SÓLO UN FAJO DE CURSO LEGAL

El método consistió "del interior de la mesa 'Angelo' tomaba un paquete de billetes que entregaba a la víctima para contar y comprobar su autenticidad, y que luego se metía en el cajón vacío de la mesa para tomar otro paquete". "No obstante, el empresario no se percató de que en todo momento estuvo contando el mismo fajo que, de modo subrepticio y por debajo de la mesa, era tomado por M.S y colocado de nuevo en el cajón desde donde T.B. volvía una y otra vez a tomarlo y entregarlo para su recuento".

Como consecuencia, la víctima entregó 500.000 euros aunque recibió a cambio "un maletín lleno de fotocopias de billetes de 500 euros, entre los que se encontraban tan solo 9.000 euros de curso legal".

El condenado, en prisión provisional desde que fue detenido, deberá hacer frente, al margen de a la pena privativa de libertad, a una multa de nueve meses a razón de 12 euros al día y a una indemnización al empresario, aunque se ha declarado insolvente, de 491.000 euros.

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