"Hemos comprado fruta belga en malas condiciones que se vende a 1,25 euros el kilo y hemos informado a los clientes de los bajos precios a los que vendemos la producción de aquí", ha explicado a Europa Press el presidente de AEALL, Pere Roqué.

Los fructicultores denuncian que las cotizaciones bajas en origen que están recibiendo y las estrategias de las cadenas de distribución, que se los obligan a vender por debajo los costes de producción sin medidas efectivas de la Administración están provocando la descapitalización del sector.