Desarticulado un clan acusado de amenazar a un agente para que cambiara su testimonio en un juicio

  • La Guardia Civil ha desarticulado nuevamente el conocido clan barbateño del 'Antón', señalando que en esta ocasión los miembros del citado clan supuestamente pretendían que uno de los guardias civiles que participó en la última detención del conocido narcotraficante cambiara su declaración en el juicio por el último alijo que le llevó a prisión.

Según recuerda la Benemérita en un comunicado, en el citado alijo participaron, a demás del cabecilla, su hijo de 17 años, su hermano y su primo. Al parecer, estos dos últimos, junto al autor material de los hechos, habrían difundido por la localidad de Barbate (Cádiz) la noticia de que si el guardia civil no cambiaba su declaración en el juicio acabarían con su vida, llegando en dos ocasiones a acuchillar las cuatro ruedas del vehículo particular del guardia civil, y en fecha reciente a incendiarlo.

Al hermano y al primo del máximo responsable del clan se les ha investigado -ya en prisión por el delito de tráfico de drogas-, por ser los supuestos autores intelectuales de los delitos de daños, incendio, amenazas y contra la administración de justicia. Además, el sobrino del 'Antón' acaba de ser detenido como presunto autor material de los hechos.

La Guardia Civil ha detallado que los hechos se remontan al pasado mes de noviembre, cuando, en el marco de la operación denominada 'Atunes', tenía organizado un dispositivo por tierra y mar para interceptar un alijo de hachís con el que presuntamente el 'clan del Antón' iba a volver a los grandes envíos de hachís desde Marruecos.

En esta ocasión, habrían conseguido financiación para una partida más pequeña a las que estaban acostumbrados en otra época, 240 kilos y la infraestructura de carácter familiar y muy alejada de las decenas de personas que antes participaban en sus descargas. La embarcación la pilotaba el propio responsable del clan y lo acompañaba su hijo de 17 años, esperándoles en tierra su hermano y su primo.

La embarcación fue interceptada por una patrullera del Servicio Marítimo de Cádiz antes de que llegase a la costa, siendo detenidos Antón y su hijo, e incautados los ocho fardos de hachís que transportaban. En tierra, los guardias civiles del Equipo de Policía Judicial de Barbate detuvieron a los otros dos.

La autoridad judicial envió a la prisión de Puerto II al máximo responsable del clan, dejando en libertad con cargos a su hermano y su primo. Por su parte, la Fiscalía de Menores decretó el ingreso en un centro para el menor encartado.

Así las cosas, los miembros del clan que se encontraban en libertad se habrían organizado para intentar influir en el testimonio que debía prestar durante el juicio oral uno de los guardias civiles clave en las detenciones, por lo que empezaron a hacer correr la voz en el pueblo de que si no se portaba bien con ellos durante el juicio "acabarían con su vida".

Como medida de presión para tratar de que el guardia civil cediese a sus amenazas, en diciembre, el vehículo particular del mismo amaneció con las cuatro ruedas acuchilladas.

Al comprobar que se había comenzado una investigación para esclarecer los daños, habrían repetido los hechos en febrero, llegando el pasado 30 de marzo a incendiar el turismo del guardia civil.

Para entonces, la Guardia Civil tenía todas las evidencias que señalarían a estas dos personas como los autores intelectuales de estos hechos, y a M.G.V. como autor material de los hechos. Según ha señalado, a los primeros se les investigó en prisión, mientras que el tercero ha sido detenido como autor material de los hechos.

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