Las series de televisión hace años que viven en su época dorada. Al público les encanta. Historias más largas llenas de subtramas, personajes más variados y desarrollados. La posibilidad de disfrutar con ellos durante temporadas, es decir, años. Pero este auge también trae consigo una enorme competencia, una ingente cantidad de intentos para dar con proyectos que logren calar entre los telespectadores. Una de las principales fuentes de inspiración es el cine. Pueden estar basadas en guiones originales o en otras fuentes, pero la base es un largometraje o saga que también fue un éxito.

Las series basadas en películas también están en un momento álgido. Hemos tenido grandes series como Fargo, que tendrá tercera temporada, o Hannibal, que no acabó de cuajar pese a su calidad. Bates Motel, inspirada en el clásico Psicosis y la novela de Robert Bloch, se encuentra nada menos que en su quinta temporada; Ash vs Evil Dead en la trilogía de Posesión infernal está haciendo las delicias de los aficionados al terror más gore y alocado.

12 monos recupera la película de Terry Gilliam y va por su segunda temporada o The Girlfriend experience en torno a una joven prostituta, y basada en la película de Steven Soderbergh, están entre los ejemplos más recientes.  Damien retoma las maldiciones de la La profecía y empezó su diabólico recorrido en marzo. La misma Buffy cazavampiros adaptaba una película de 1992. En los setenta, M.A.S.H. fue una de las más emblemáticas y longevas de la televisión norteamericana.

En el otro lado de la balanza, tanto la ciencia-ficción de Minority Report como la acción y el humor de Rush Hour (Hora punta), o la intriga fantástica de Sin límites se han saldado con sonoros fracasos. Pero allí están, inasequibles al desaliento los productores y ejecutivos preparados para traernos ideas "frescas" a partir de argumentos y personajes de eficacia probada. Se van sorprender de la cantidad de propuestas que hay, encima de la mesa de los estudio o ya en marcha.

Una de las más esperadas y ambiciosas es Westworld, basada en la novela de Michael Crichton y sobre todo en la película de ciencia-ficción que el mismo escritor dirigió en 1973 titulada Almas de metal, con Yul Brinner vestido de vaquero negro, amenazante y un antecedente de Terminator. La acción transcurre en un parque temático futurista dividido en distintas zonas: el lejano Oeste, la Edad Media o la Antigua Roma. El visitante allí puede sentirse como el auténtico protagonista, interactuando con robots humanoides que le harán sentir como si estuviera viviendo una aventura real.

El problema es cuando las inteligencias artificiales empiecen a tomar conciencia de sí mismos, como entidad propia, y a rebelarse. La serie tiene el aliciente añadido de contar con Jonathan Nolan entre sus creadores, J. J. Abrams entre sus productores y un reparto muy cuidado, con secundarios de lujo como Anthony Hopkins o Ed Harris. HBO podría empezar a emitirla, si no hay más retrasos en este proyecto de envergadura, antes que acabe el año.

Están preparados para entrar en acción también este mismo año los polis colegas de Arma letal, con Clayne Crawford y Dante Brown en los papeles que popularizaron Mel Gibson y Danny Glover; la Fox tiene listo el episodio piloto. Además, la CBS tiene Día de entrenamiento, que le dio el Oscar a Denzel Washington; la NBC Taken (Venganza), precuela de la saga que protagonizó Liam Neeson; y USA Network lanzará Shooter con Ryan Philippe en lugar de Mark Wahlberg.

Atracción fatal, uno de los thrillers eróticos más recordados de los ochenta, donde Michael Douglas interpretaba a un hombre casado con un desliz adúltero y Glenn Close a la despechada amante, tendrá su versión en Fox. La australiana Animal Kingdom, una de las sorpresas de 2010, tendrá más desarrollos en su trama de relaciones familiares y delictivas en formato serie y a través de la cadena TNT y con Ellen Barkin como protagonista.

Entre las apuestas más terroríficas el enésimo intento, esta vez en la pequeña pantalla, de resucitar el éxito de El exorcista también de manos del canal Fox y en su episodio piloto incluye en su reparto a Geena Davis como la madre que sufre la posesión de su hija. Más miedo con la mini serie La niebla, basada en un relato de Stephen King y en la película de 2007; y después de The Walking Dead, Ash vs Evil Dead, Damien o El exorcista, la televisión no teme mostrar más sangre, así que el slasher más desatado nos llegará con Viernes 13, desarrollada por CW.

Van Helsing, en 2004, no fue el taquillazo que se esperaba, pero en su adaptación televisiva, enfrentándose a vampiros y todo tipo de monstruos, tendremos a una mujer, Vanessa Helsing (Kelly Overton); SyFy ya tiene casi a punto los 13 episodios de su primera temporada.

Los Critters, esas "dulces criaturitas" procedentes del espacio, nacidas al amparo de los Gremlins, peludas y redondas, que lo devoraban todo a su paso, tendrán nueva vida a partir de 2017 en la plataforma de contenidos digitales que prepara Warner Bros. Frequency era, en cambio, una agradable historia de ciencia-ficción, en la que gracias a un extraño fenómeno metereológico, un hijo lograba comunicarse con su padre, fallecido 30 años atrás, por radio. Dennis Quaid protagonizó la película del año 2000 y que ahora recupera el canal NBC.

A todos ellos podemos sumarles más proyectos en una fase menos avanzada, en los que ya se ha encargado la redacción de guiones o que han sido anunciados, aunque todavía no haya nada materializado. Entre los más llamativos, sin duda el dedicado a Rambo, el famoso excombatiente de Vietnam que inmortalizó Sylvester Stallone en una serie que podría protagonizar el hijo de John Rambo, un ex marine. Sería Rambo: New Blood y, la mala noticia, es que Sly no participará en ella; se limitó a "desearles suerte" con el proyecto.

También hay lugar para el romanticismo con la adaptación de El diario de Noah (The Notebook), una novela que ya tuvo su famosa versión cinematográfica; o en clave de comedia Hitch, especialista en ligues que protagonizaron Will Smith y Eva Mendes. Menos romántica, pero algo tenía, era American Gigoló que popularizó Richard Gere en 1980. Y el no va más de los reality era el que protagonizaba, involuntariamente, el personaje de Jim Carrey en El show de Truman Show.

Martin Scorsese realizó una notable adaptación de Shutter Island, ambientada en un hospital psiquiátrico de los años 50 y con DiCaprio encabezando el reparto, y el mismo Scorsese podría involucrarse en su anunciada versión televisiva, si no fuera porque los proyectos se le amontonan. Intriga y fantasía tuvieron una buena mezcla en El ilusionista, con Edward Norton, y Pactar con el diablo (The Devil's Advocate) que, en 1997, reunió a un repartazo con Al Pacino, Keanu Reeves y Charlize Theron.

Unos estudiantes de medicina experimentaban con los misterios de cruzar el umbral de la muerte en Línea mortal, película de 1990 con Julia Roberts y Kiefer Sutherland; y más recient es la ciencia-ficción del filme posapocalíptico Rompenieves (Snowpiercer).

Ideas y proyectos hay para todos los gustos, incluso intentando versionar los más disparatados e inimaginables. No en vano se han planteado series televisivas basadas en las comedias ochenteras Big o Despedida de soltero, ambas protagonizadas por un entonces jovencísimo Tom Hanks.