Los hechos se produjeron sobre la una y media del mediodía de este lunes cuando unos empleados de restauración del Castillo de Sagunto observaron unos artefactos antiguos que les parecieron unas bombas y de inmediato dieron aviso al encargado y al 091.

Agentes de la Policía Nacional se desplazaron al lugar y tomaron las medidas de seguridad y protección pertinentes, que incluyeron acordonar la zona y avisar al grupo de desactivación de explosivos Tedax-NRBQ.

Una vez en el lugar, los agentes especializados en desactivación de explosivos se hicieron cargo de tres bombas de mortero antiguas, de forma esférica y unos 27 centímetros de diámetro, probablemente del siglo XIX o anteriores.

Dos de las bombas recogidas estaban completamente inertes y se quedaron bajo responsabilidad del encargado de la restauración. La tercera se encontraba cerrada con posibilidad de que contuviese restos de materia explosiva en su interior, por lo que fue recogida y trasladada a dependencias, para poder ser revisada "en profundidad" y descartar cualquier posible riesgo.