Con estas actuaciones, el Organismo de Cuenca dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente inicia la tercera fase del programa que lleva a cabo para mejorar el dominio público hidráulico en la provincia de Jaén, según ha informado este miércoles la Subdelegación del Gobierno.

Las obras, con las que se pretende paliar los problemas que presentan actualmente ambos ríos en su curso por esos municipios, fueron adjudicadas el pasado 23 de febrero por 632.920 euros a la empresa Trafisa Construcción y Medio Ambiente, que presentó al concurso la oferta económicamente más ventajosa.

Por un lado, el arroyo Yedra muestra riesgos de inestabilidad de márgenes y de erosión del lecho, lo que está generando deslizamientos que ponen en peligro tanto al cauce como a servicios próximos a él. Esta situación, además, afecta a las parcelas de cultivo aledañas, que están desapareciendo. Por otra parte, el Guadalquivir ha desbordado por la margen izquierda una zona de terrenos de Espeluy, ocupando el antiguo cauce y llevándose a su paso las parcelas de cultivo.

La intervención en el arroyo Yedra, en concreto, supondrá en Canena el encauzamiento completo de la sección del arroyo a su paso por el núcleo urbano mediante losa y muros de revestimiento de escollera, mientras que en los términos de Baeza y Rus se corregirán los procesos de erosión que está sufriendo el lecho debido a la velocidad que el agua alcanza en este tramo y a la energía de los acarreos que transporta.

La actuación consistirá en fijar el lecho del arroyo para impedir que continúe agravándose la situación, elevando además la cota del cauce. Para ello se ha diseñado una sucesión de cadenas fluviales que permitan reducir la velocidad del flujo del agua. Esta retención de sedimentos en las cadenas será también la que colabore a estabilizar las laderas.

Con respecto al proyecto sobre el Guadalquivir en Espeluy se centrará en la construcción de un aliviadero lateral de escollera de 34 metros de longitud para controlar el acceso del flujo hacia el antiguo cauce. Con ello se pretende que, una vez recuperado el cauce viejo éste se pueda emplear para episodios de grandes avenidas y así lograr una mayor evacuación de dicho cauce.

La CHG considera que para aguas bajas y pequeñas avenidas, el flujo debe continuar circulando únicamente por el cauce actual, por lo que se estima que debe seguir manteniéndose seco el cauce de la madre vieja. De esta forma, se permitirá el acceso y explotación de los terrenos agrícolas comprendidos entre el actual cauce y el antiguo.