Un grupo de camareras de piso que trabajan en diferentes hoteles de Baleares han acudido este martes al Parlament para denunciar la precariedad laboral que padecen, que se traduce, según han indicado, en cargas de trabajo insoportables, con jornadas laborales en las que tienen que hacer frente a 24 ó 28 habitaciones en ocho horas.

"Nuestro desayuno es un vaso de café y al lado las pastillas", afirmaba una de las trabajadoras de hotel, a lo que otra compañera añadía "también tomamos Red Bull", a lo que lo resto asentía con la cabeza.

"Siempre vamos con prisas. No podemos parar ni para ir al baño y, muchas veces, dejamos de comer para poder acabar nuestro trabajo", apuntaba una de las camareras presentes en la sala de pasos perdidos, Shirley Siles.

JUBILACIÓN A LOS 60 AÑOS

Una de sus principales reivindicaciones es la de cambiar las condiciones de jubilación para este colectivo, a fin de que se puedan jubilar a los 60 años.

"Esto se tiene que arreglar. Nosotras no estamos sentadas en una oficina. Hay mujeres con 67 años trabajando porque no han cotizado los 35 años que se requieren", apuntaba María del Rosario Gemar.

"Nuestro trabajo es muy duro y es imposible hacerlo a una edad avanzada", recalcaba Adilia Oliveira.

"Somos el único colectivo que trabaja todo el día corriendo dentro del hotel", constataba.

"Vamos al trote. Siempre con estrés y prisas", coincidían en señalar todas las camareras de hotel, que se han mostrado esperanzadas de que la proposición no de ley que se debate este martes en el Parlament, a propuesta de Podemos, sirva para algo y ayude a rebajar las cargas de trabajo.