Sin embargo, en el mismo auto, al que ha accedido Europa Press y mediante el que ha resuelto atender la petición de la adjudicataria de disponer de más tiempo para pagar, el magistrado ha dispuesto también la apertura de una nueva convocatoria para la adjudicación de esta empresa en concurso de acreedores, por si se da el caso de que Globalaeronautic no entrega el dinero comprometido dentro del nuevo plazo fijado.

El juez argumenta su decisión afirmando que el proceso se está dilatando en el tiempo "más de lo conveniente", pues la farmacéutica se adjudicó hace más de dos años a Globalaeronautic y, sí dicha sociedad no hace ahora frente al pago, el magistrado entiende que hay que convocar a otros interesados en comprar y reflotar la farmacéutica, para que puedan pujar por ella y evitar así que el paso del tiempo sin actividad pueda repercutir aún más negativamente en las instalaciones, amén de en perjuicio de los acreedores y de los ex trabajadores, que esperan reincorporarse.

En este sentido, el auto señala que Globalaeronautic "aún, a día de hoy, no ha tomado posesión de la unidad productiva ni ha abonado el precio estipulado, algo que desde luego es inadmisible e inconcebible (...) la presente situación no hace sino perjudicar los intereses de los acreedores, de los trabajadores y, en definitiva, de las expectativas de volver a recuperar una industria puntera en su sector".

En opinión del juez, Globalaeronautic ha mantenido "el proceso "cautivo" durante más de dos años y, mientras tanto, las instalaciones siguen perdiendo valor, los trabajadores siguen sin trabajo y otros posibles inversores pueden que hayan ya decidido invertir en otros lugares o que hayan perdido el interés por Pérez Giménez, dado el "ruido" generado alrededor de este proceso.

Tras la resolución judicial, que rebajaba el precio de la compra de la unidad productiva, el juez se sorprende de que "Global, después de más de dos años de saber que es la adjudicataria, manifieste ahora que tiene problemas para pagar el precio" estipulado.

De ahí que ahora abra un proceso previo para ir preparando una nueva opción de libre concurrencia de posibles interesados en adquirir la empresa, para así agotar las posibilidades de venta de la farmacéutica y no "desguazar" la empresa con todo lo que ello podría conllevar, como no mantener empleo y el perjuicio económico para los acreedores, ya que se obtendría un precio menor con la venta por lotes de la concursa.