El presidente de Cruz Roja en La Rioja, Fernando Reinares; la directora del Centro Cultural Ibercaja, Mayte Ciriza; el coordinador de Cruz Roja riojana, Jaime Caballero; y la responsable del Porgrama Social y Voluntariado de la entidad, Nuria Berenjeno, han dado cuenta este viernes del programa.

Como ha resaltado, en los últimos años, el impacto de la crisis socioeconómica en España ha hecho que muchas personas que hasta hace poco se encontraban en contextos socioeconómicos seguros hayan entrado a formar parte de los colectivos atendidos por organizaciones sociales como Cruz Roja.

Es el caso de muchas personas mayores de 65 años a cuyo núcleo familiar se han vuelto a incorporar hijos y nietos en situación de desempleo, situando a la familia en riesgo de pobreza y exclusión social. Un colectivo de ancianos que se suma a otro colectivo tradicionalmente vulnerable como es el caso de los mayores de 65 años que viven solos con pensiones bajas, especialmente viudos y viudas.

Conscientes de esta problemática, la obra social de Ibercaja, Cruz Roja, y el Gobierno de La Rioja, firmaron en mayo del pasado año 2015 un convenio de colaboración para desarrollar un proyecto de apoyo a la tercera edad vulnerable en la región.

Un proyecto que a su vez comprende dos programas diferenciados: un programa de ayudas económicas para mayores de 65 años, que incluye prestaciones para el pago de los gastos de vivienda, suministros, gastos farmacéuticos, etc; y el programa "Una vida digna", un programa específico de apoyo a las personas mayores de 60 años que han vivido en la calle durante muchos años y que actualmente se encuentran acogidos en un centro geriátrico.

Como novedad este año, ambos programas van a ser completados con la entrega de Kits personales para mejorar la calidad de vida de la población mayor de 65 años en riesgo de exclusión social. Así, Cruz Roja, a través de sus Asambleas Locales, repartirá en toda la Rioja Kits de limpieza del hogar, de higiene personal femenina y masculina y de alimentación, completando con ello las ayudas económicas que se venían ofreciendo a este colectivo.

Muchos de los ancianos que han pasado a formar parte de los colectivos más vulnerables como consecuencia de la crisis, y al tener que hacerse cargo de sus descendientes, nunca habían solicitado ayudas sociales y son en general más receptivos a recibir ayudas en forma de bienes que en forma de prestación económica.

Se pretende con ello una mayor inclusión social de este colectivo de forma que aumenten los recursos necesarios para participar en la vida económica, social y cultural de su entorno. Y, en la variante formativa del proyecto, para que sean capaces de participar en la toma de decisiones que les afectan y posibilitar el acceso a sus derechos fundamentales.

PROGRAMA DE AYUDAS ECONÓMICAS.

Desde que hace un año, en mayo de 2015, se pusiera en marcha este proyecto, se han entregado un total de 49 ayudas de carácter económico a personas mayores de 65 años: 26 para el pago de alquiler de vivienda; 18 para el pago de los suministros del hogar, tales como luz, gas, agua y basuras; 3 para el pago de la comunidad; y 2 para gastos sanitarios.

Con la nueva fórmula de la entrega de kits de limpieza del hogar, de higiene personal femenina y masculina y de alimentación, se busca precisamente incrementar el número de ayudas para personas mayores vulnerables en toda La Rioja, esta vez a través de la entrega de bienes materiales.

Junto al programa de ayudas económicas y a la entrega de kits, el proyecto incluye un programa específico para mayores de 60 años que fueron personas "sin techo" durante muchos años y que se encuentran ingresados en una residencia geriátrica. Se trata del programa "Una Vida Digna" que cuenta con un equipo de un psicólogo, un trabajador social y un educador social.

Desde que se creara en mayo de 2015, hay 44 personas adscritas a este programa, 36 hombres y 8 mujeres. Así, el equipo de profesionales que les acompaña trabaja en la reconstrucción psicosocial de estas personas y en la recuperación de un auto concepto positivo, en aras de su plena integración social.

Para ello se desarrollan numerosas actividades formativas que inciden en aspectos como la mejora de las habilidades sociales, el cuidado de la propia higiene, la potenciación de hábitos saludables, o actividades culturales de todo tipo.