Piden cárcel para un acusado de abusos sexuales a una niña durante unos siete años

  • El Ministerio Público ha pedido una pena de ocho años de cárcel para un joven de 31 años acusado de un delito continuado de abusos sexuales supuestamente cometido sobre una niña durante unos siete años, desde que tenía ocho, en la localidad cordobesa de Palma del Río. El juicio se prevé celebrar el día 19 de mayo en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Córdoba.

Según explica el fiscal en su calificación, a la que ha tenido acceso Europa Press, la menor de edad vivía en el citado municipio junto a su madre, su hermano mayor y la pareja sentimental de su madre, mientras que el procesado, como amigo del hermano mayor de la niña, mantenía una relación cercana con la familia y era habitual que visitase el domicilio.

De este modo, en fecha no determinada, pero en todo caso cuando la menor tenía unos ocho años de edad aproximadamente, en una fiesta que organizó su hermano con unos amigos en su propia casa, entre los que se hallaba el acusado, éste, "con intención de satisfacer sus deseos sexuales y atentar contra la indemnidad sexual", se aproximó a la menor, que se encontraba echada en el sofá, "se tumbó junto a ella y empezó a realizarle tocamientos por todo el cuerpo".

La niña se quedó dormida y el procesado "aprovechó la situación y la subió a la habitación de la madre, donde la tumbó en la cama y empezó a quitarle la camiseta, pantalones y bragas", al tiempo que "la agarró fuertemente por los brazos y comenzó a tocarla a la vez que él se desabrochaba el pantalón", según relata el Ministerio Público.

No obstante, la menor se despertó y le propinó un fuerte empujón para intentar zafarse de él, metiéndose la menor debajo de la cama. Si bien, el acusado "la volvió a coger y la tiró de nuevo en la cama sin soltarla de los brazos, logrando la menor huir en ese momento de la habitación y zafarse de él".

RELACIÓN DE AMISTAD CON LA FAMILIA

Un año después aproximadamente de este episodio, "reiteradamente", el procesado, "aprovechando la relación de amistad que le unía con la familia", presuntamente ha buscado momentos en los que se encontraba solo con la menor, para lo cual "aprovechaba las horas en las que ésta estaba sola en su casa, sobre las 15,30 o 16,00 horas, y con alguna excusa, accedía a la vivienda y la abordaba".

En este sentido, "con idéntico ánimo y valiéndose del uso de la fuerza si fuera necesario, empujando o agarrando por los brazos a la menor, le subía la camiseta o le bajaba los pantalones y le realizaba tocamientos en la barriga y los glúteos, le daba besos en la boca, le hacía proposiciones para irse al piso superior a ver la tele o estar en su cama", a la vez que "le hacía comentarios inadecuados sobre su aspecto físico -como que se estaba 'poniendo muy atractiva'", según explica el fiscal en su escrito.

Al respecto, apunta que todo ello lo hacía "con la expresa negación y resistencia de la menor, llegando en alguna ocasión a provocarle lesiones, sin que la pequeña hubiera dicho nada a sus familiares ni acudido al médico".

Asimismo, en enero de 2013, sobre las 15,30 horas, el procesado, "valiéndose de una llave que la familia dejaba escondida en el contador de la entrada, y sabiendo que ella se encontraba sola en la vivienda", accedió al interior del domicilio y preguntó a la menor, que en ese momento tenía 15 años, por su madre, a lo que ella le respondió que no se encontraba en la casa.

INTENTÓ DEFENDERSE

Ante ello, el acusado le pidió un vaso de agua y la niña se dirigió hacia la cocina, hasta donde el procesado la siguió. En ese momento, "con intención de satisfacer sus deseos sexuales, se abalanzó sobre ella y comenzó a subirle la camiseta, a bajarle los pantalones y a realizarle diversos tocamientos por el cuerpo, a pesar de la negativa de la menor y la activa resistencia de ésta", puntualiza el fiscal.

Así, la menor intentó defenderse, le propinó varios empujones al acusado y le pidió que se marchara de su casa. Antes de irse, "le dio un beso en la boca, le agarró fuertemente el trasero y le dijo que se estaba 'poniendo muy buena'". A los pocos minutos regresó de nuevo, cerró de manera violenta la puerta de la calle, cogió "fuertemente" a la niña de la mano y le dijo que se fueran al sofá, a lo que ella se negó, desistiendo entonces el procesado, quien se marchó de la vivienda.

Posteriormente, la menor contó estos hechos a su padre, quien ese mismo día 10 de enero de 2013 interpusieron la correspondiente denuncia.

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