Esta cesión es una de las primeras consecuencias del convenio que este miércoles suscribieron el presidente de la Junta General del Principado, Pedro Sanjurjo, y el director del Museo de Bellas Artes de Asturias, Alfonso Palacio, con el que se estrecha la tradicional colaboración entre ambas instituciones.

Amador Rodríguez (1926-2001) está considerado uno de los mejores escultores constructivistas españoles del siglo XX. Fallecido hace quince años, en junio de este 2016 celebraría su 90 aniversario. Como escultor, se sirvió de sus conocimientos artesanales en la forja del hierro, que había adquirido en la juventud como aprendiz de carpintero de carros.

Las matemáticas, la geometría y la filosofía fueron dedicaciones vocacionales de las que se nutrió en su hacer artístico. Su primera exposición data de 1961 y desde entonces la crítica le fue favorable. En 1968 y 1972 participó en las bienales de Venecia. Poco antes de su fallecimiento había ofrecido al público de Oviedo y Gijón sendas muestras antológicas de su obra.

En diciembre de 2014 su familia donó al Museo de Bellas Artes de Asturias 18 obras fundamentales de diferentes periodos del artista y cedió otras tres en depósito, con lo que la pinacoteca alberga un legado esencial para comprender las vicisitudes de la historia del arte y el compromiso.

Por su parte, el Parlamento asturiano cederá temporalmente al Bellas Artes los bustos de Melchor Gaspar de Jovellanos y José Francisco Uría y Riego, trabajo de José Gragera y Herboso (Laredo, 1818 - Oviedo, 1898), uno de los más genuinos representantes de la escultura romántica española. Ambas efigies, realizadas por encargo de la primitiva Diputación para su sede el 8 de agosto de 1862, serán mostradas a partir del mes de junio en el marco del programa Obra invitada, una actividad con la que el Museo se propone dar a conocer al público destacadas obras procedentes de coleccionistas particulares o de otras instituciones nacionales e internacionales que contribuyan a reforzar el discurso de su colección permanente.

Según el presidente de la Junta General del Principado, Pedro Sanjurjo, este convenio formaliza "lo que la costumbre y la causa común han venido construyendo y consolidando durante casi medio siglo" y "estatuye una relación fluida, constante y fructífera", que "a partir de este momento será, con total seguridad, aún más dinámica, de una periodicidad estable y muy positiva".

Por su parte, Alfonso Palacio afirmó que "la cultura como elemento de cohesión y vehículo de unión son la base de este acuerdo que generará nuevas colaboraciones". Tras recordar que la colección de la antigua Diputación estuvo en el origen del Museo, elogió "esa línea de trabajo de generar una red de redes colaborativa y participativa en la que trabajan tanto el Parlamento como el Museo".