Internet se está convirtiendo en el nuevo escenario de lucha elegido por las asociaciones conservacionistas para hacer públicas sus denuncias y hacer que sus campañas de protección de la Naturaleza lleguen al mayor número posible de personas.

WWW/Adena es el protagonista de la última cibercampaña que tiene como objeto alertar a la sociedad del peligro que conlleva el esparcimiento no selectivo por los campos de Castilla y Léon del veneno que se está utilizando contra la plaga de topillos. El veneno es una sustancia llamada clorofacionoma que representa una grave amenaza para la fauna y que como se ha podido comprobar es ineficaz para hacer frente a la plaga, según los ecologistas.

Al distribuirse por los campos afectados por los topillos sin ningún tipo de control otras especies que se alimentan de grano también se están viendo afectadas. En su mayoría, estas especies están protegidas por las leyes medioambientales. Pero la cadena es más grande y WWW/Adena asegura en su comunicado que, a su vez, las especies de animales que se alimentan de los topillos también son envenenadas.

Mamíferos, rapaces, reptiles, son victimas también del Plan de Actuaciones para luchar contra la plaga de topillos puesto en marcha por la Junta de Castilla y León. Todo esto ha propiciado que el grupo conservacionista active la cibercampaña "No más venenos en Castilla y León" en la que, tras explicar la situación a los internautas, se ofrece la posibilidad de enviar una carta electrónica al presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera Campo, pidiéndole que ponga fin a la utilización del veneno.

Protesta electrónica

En la carta digital WWW/Adena explica la ineficacia del veneno, la ilegalidad que constituye la utilización no selectiva de esta sustancia, el carácter cíclico de estas plagas, derivadas del descenso o desaparición de sus depredadores naturales, y el gran peligro que representa el veneno para las especies de aves amenazadas. Todo para concluir con la solicitud de que se deseche este método y se retire todo el veneno que se ha esparcido por los campos afectados.

Los argumentos han venido fraguándose desde finales de agosto cuando distintos grupos ecologistas nacionales y asociaciones de consumidores formaron un frente común contra la utilización del veneno. Recientemente, el 4 de septiembre, volvieron a hacer valer esa unión y pidieron públicamente al SEPRONA un control de la distribución del clorofacinoma por los campos castellano-leoneses.

A pesar de todo la Junta reitera la legalidad del veneno y anuncia que seguirá utilizándolo contra la plaga de topillos.

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