El pleno del Consell ha dado el visto bueno este viernes al decreto que aprueba el Código de Buen Gobierno de la Generalitat, que establece que los altos cargos de la Administración autonómica y del sector público instrumental no podrán instalar placas conmemorativas. Asimismo, contempla la devolución de regalos que excedan "la cortesía habitual", así como que no estarán obligados a participar en actos religiosos y, en todo caso, su asistencia será a título individual.

El titular de Transparencia, Responsabilidad Social, Participación y Cooperación, Manuel Alcaraz, ha explicado en la rueda de prensa posterior al pleno del Gobierno valenciano este Código de Buen Gobierno, al que este mismo viernes ya se han adherido, mediante su firma, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y el resto de miembros del Consell.

A partir de ahora, se establece un mes para que todos los altos cargos lo firmen y, asimismo, otro plazo de tres meses para renovar las declaraciones de bienestar y actividades, ha destacado Alcaraz acompañado por la vicepresidenta y portavoz del Consell, Mónica Oltra.

Alcaraz ha destacado que en el código, que da cumplimiento al artículo 27 de la Ley de Transparencia y que ha sido "muy consensuado", "no se trata de imponer éticas particulares, sino éticas mayoritarias en la sociedad valenciana".

El cumplimiento del código será exigible a los altos cargos de la Generalitat y de su sector público, aunque también se contempla la posibilidad de que se adhieran al código de forma voluntaria los altos cargos de las instituciones estatutarias y de las universidades públicas, así como los miembros de las corporaciones locales.

El Código de Buen Gobierno, dentro del compromiso con los valores democráticos y sociales, incluye, junto con la mención a principios constitucionales, aspectos como el apoyo contra la violencia, la igualdad de mujeres y hombres, la aconfesionalidad, la lengua propia o la responsabilidad social.

Así, establece que no podrán legitimar la violencia ni atentar u ofender la memoria de las víctimas de cualquier violencia política o social, en particular las de violencia machista y la sufrida históricamente por los defensores de la democracia.

Además, dentro de la aconfesionalidad, los altos cargos no estarán obligados a participar en actos religiosos en la condición de su cargo y su asistencia a estos será a título individual, en ejercicio del derecho de libertad religiosa. Del mismo modo, las instituciones se deberán abstener de participar en las presidencias de los actos religiosos, con la excepción de cuando, por razones históricamente consolidadas, estos tengan un valor cultural asumido mayoritariamente que trascienda a su origen religioso.

NORMALIZACIÓN DEL VALENCIANO

En cuanto a la lengua propia, los miembros de la Generalitat deberán asumir el compromiso social con la normalización del valenciano, con el fin de extender su uso y conocimiento. En sus comunicaciones, fomentarán el valenciano y respetarán la normativa lingüística de la Acadèmia Valenciana de la Llengua.

El código especifica también los comportamientos mínimos en cuanto a dedicación e incompatibilidades; respeto a la confidencialidad; la rendición de cuentas; la relación con los medios de comunicación -a los que deberán atender y no aprovechar su relación con ellos para uso personal o partidario-; o el uso "responsable" de las redes sociales. También se refiere a la publicidad institucional, que no se podrá utilizar para "hacer autobombo de la institución o para hacer un uso partidario", ha destacado Alcaraz.

Asimismo, no podrá promoverse en ningún caso la instalación de placas conmemorativas o similares que hagan referencia las personas que, por su cargo público, hayan participado en la puesta en marcha del proyecto. Por regla general, tampoco podrán inaugurar obras antes de que estén finalizadas ni servicios que no estén en funcionamiento.

VIAJES Y REGALOS

En lo referente a la austeridad, el conseller ha explicado que establece la compatibilidad de del uso del vehículo oficial y del transporte público, sobre todo en los desplazamientos urbanos; viajar en clase turística, siempre que sea posible; o la devolución de regalos que vayan más allá de la "cortesía habitual". "Si te regalan un viaje a Jamaica, no es una práctica social; si te invitan a ver un partido de fútbol del pueblo, seguramente sí", ha resaltado.

El trato digno y respetuoso al personal al servicio institucional o la promoción, cuando sea posible en los actos públicos, de productos autóctonos valencianos y de comercio justo, son actuaciones y comportamientos que contempla también este código. Asimismo, se contempla la prohibición de tener cuentas en paraísos fiscales, así como la retirada de los reconocimientos conmemorativos otorgados a personas que sean condenadas por sentencia firme.

GOBIERNO ABIERTO Y BUENA ADMINISTRACIÓN

El código también incluye una serie de obligaciones en relación con el gobierno abierto y la buena administración, por las cuales se garantizará la transparencia; se atenderá a una gestión "eficaz, eficiente y equitativa"; se realizarán periódicamente informes de evaluación y se garantizarán instrumentos para la participación. Además, se hace especial mención a la necesaria colaboración y la rendición de cuentas ante la ciudadanía.

Por lo que respecta a la transparencia, se deberá garantizar el derecho de acceso a la información y se publicará en el Portal de Transparencia de la Generalitat o en las páginas web determinada información sobre los altos cargos tal como el currículum vitae, la agenda institucional y las declaraciones de actividades, de bienes e intereses y de rentas percibidas.