Esto será posible gracias a que las farmacias sevillanas, a través del Colegio de Farmacéuticos de Sevilla, colabora con una iniciativa de cosmetovigilancia, un conjunto de actividades y métodos que tienen por objeto estudiar, identificar y valorar los efectos adversos causados por productos cosméticos, puesta en marcha por la Vocalía Nacional de Dermofarmacia del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos.

Según informa el Colegio de Farmacéuticos en un comunicado, esta acción sanitaria nace con un triple objetivo, donde se incluye mejorar la formación de los ciudadanos sobre cómo actuar ante una reacción indeseada de un cosmético, en especial y concienciar también a la propia población que en su farmacéutico de confianza, como agente sanitario más próximo y accesible, puede encontrar asesoramiento.

También, plantea ayudar a los farmacéuticos comunitarios a actualizar sus conocimientos acerca de los efectos de estos productos así como mejorar su consejo farmacéutico y su labor en el ámbito de la cosmetovigilancia.

Para llevar a cabo esta labor, los profesionales farmacéuticos contarán con herramientas digitales de consulta y resolución de dudas creadas de manera específica para esta campaña por el propio Consejo General de Farmacéuticos.

La utilidad de estas herramientas se complementa con la de otras de similares características como el documento de consulta desarrollado recientemente por la Vocalía de Dermofarmacia del Colegio de Farmacéuticos de Sevilla y que recoge más de 800 medicamentos que producen o agravan distintas afecciones dermatológicas y que tiene como finalidad orientar hacia posibles causas a tener en cuenta en la valoración integral de un paciente.

Se trata de nueve tablas de medicamentos, clasificados por principios activos, que son posibles inductores o agravantes de las siguientes afecciones dermatológicas: acné, alopecia, celulitis, dermatitis atópica, fotosensibilidad, hiperpigmentación, psoriasis, descamación cutánea y rosácea.

CONSEJOS PARA LA UTILIZACIÓN DE COSMÉTICOS

En este marco, indica que los productos cosméticos suelen producir reacciones leves y transitorias, las más habituales, entre las que se encuentran las irritaciones, el ardor, el enrojecimiento o el picor. Es por ello que a la hora de utilizar un cosmético, desde el Colegio de Farmacéuticos de Sevilla y el Consejo General de Farmacéuticos se aconseja tener en cuenta que cualquier producto cosmético puede producir intolerancia o alergias y que las sustancias o compuestos que provocan mayor número de reacciones o alergias son las fragancias y los conservantes.

Tabién, señala que los cosméticos naturales no tienen por qué ser más seguros y considera muy importante leer las etiquetas de todos los cosméticos. "Algunas patologías como la insuficiencia renal o la diabetes o el tratamiento con algunos fármacos pueden hacernos más vulnerables a la sensibilidad cutánea", agrega.