En un comunicado, la entidad ha precisado que las hojas de alegaciones entregadas han sido firmadas por cientos de ciudadanos que han recogido en "tan sólo" dos días.

Así, ARCA señala que el Ayuntamiento tiene "una oportunidad más para escuchar a la gran mayoría de la ciudadanía" que está a favor de la conservación del monumento.

EL FRACASO DE LA POLÍTICA CUANDO SE TRANSFORMA EN IMPOSICIÓN

"Desde ARCA creemos que no atender la avalancha de peticiones para la conservación y no ir hacia el consenso y el entendimiento sería el fracaso de la política y el triunfo de la imposición", han señalado, tiempo que han considerado que "imponer con mentiras una destrucción patrimonial por motivos ideológicos sería el fracaso de la política".

Con todo, desde la entidad entienden que actuar sin el apoyo necesario de los técnicos municipales, "que no quieren firmar un informe de idoneidad porque saben que es falso, es una vergüenza".

Asimismo, remarca que, si finalmente son los tribunales los que demuestran la arbitrariedad de este equipo de gobierno municipal, "sería el fracaso de la política".

En resumen, las alegaciones jurídicas apunta a que destruir el monumento vulneraría la Ley de Patrimonio Histórico de las Islas Baleares y el espíritu de la Ley de Memoria Histórica, además de la Ley de contratos públicos por falta de idoneidad ya que "ningún técnico ha querido firmar el informe"

Por último, ARCA pide, una vez más, "inteligencia y capacidad de diálogo en el equipo de gobierno".