El botellón no es el único culpable del ruido nocturno, según el Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo. Los coches, las sirenas de los servicios de emergencia, los aires acondicionados o las neveras de los supermercados son otros factores que también influyen y que parece que no se tienen en cuenta.

Lo dijo ayer el defensor en una conferencia en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla.

Además, Chamizo asegura que 18 de las 23 ciudades con más de 50.000 habitantes de Andalucía superan el nivel de ruido permitido por la Organización Mundial de la Salud.

Más de la cuenta

De día, los niveles llegan a 67 decibelios (dos más de lo permitido). Y de noche a 60 (en vez de 55).

La superación de estos niveles ha provocado en alguna ocasión, según Chamizo, "el desequilibrio del sistema nervioso" de algunos ciudadanos.