La cadena de comida rápida McDonald's ha abierto esta semana su primer restaurante en la ciudad paquistaní de Quetta, un hito para la conflictiva región de Baluchistán pero poco menos que un despropósito para los talibán, que se han burlado de los menús de la empresa estadounidense.

McDonald's llegó a Pakistán en 1998, a la ciudad de Lahore. Diecisiete años después, se ha convertido en la primera multinacional de comida rápida en abrir un restaurante en Baluchistán al inaugurar uno de sus establecimientos en un centro comercial de la ciudad de Quetta.

La firma norteamericana aspira a implantarse con una carta que respeta las prácticas 'halal' y que incluye productos adaptados como el McArabia.

El portavoz de uno de las facciones de los talibán en Pakistán, Ehsanulá Ehsan, se ha reido cuando un periodista de la cadena estadounidense NBC News le ha preguntado por la inauguración. "Conozco McDonald's y su comida, pero no la comeré. No la considero ni comida", ha afirmado.

Ehsan ha añadido a continuación un matiz clave: "No es nuestra comida". En este sentido, ha explicado que los milicianos viven en "duras zonas de montaña" y "necesitan energía y fuerza para luchar contra el enemigo".

Un dirigente de los talibán afganos ha reconocido a NBC News que probó una vez la comida de McDonald's en la ciudad de Karachi, pero le pareció "demasiado cara" e insípida. Sí ha admitido, no obstante, que se trata de una opción buena "cuando tienes prisa y no puedes tener comida adecuada".

"Sabemos que es una empresa estadounidense y nuestros líderes religiosos nos tienen prohibido consumir alimentos y bebidas occidentales", ha apostillado.