La reforma de La Rambla prevista por el gobierno municipal barcelonés de Ada Colau para este mandato no modificará la circulación de vehículos en la vía. Y es que el plan especial para la remodelación y reordenación de la calle, que se aprobará este mes, apuesta por pacificar el tráfico pero no prevé medidas concretas  para ello.

"No es muy preciso en este sentido", afirma a 20minutos la regidora de Ciutat Vella, Gala Pin, que explica que lo que decidirá cómo regular la circulación en La Rambla será el plan de movilidad del distrito, que se empezará a elaborar una vez se apruebe el plan de usos, aproximadamente en un año.

"Seguramente se podrá reducir el tráfico de subida pero con el de bajada habrá que hilar más fino porque es la principal vía de acceso al Raval", apunta Pin, que descarta una peatonalización completa.

Desde la Associació d’amics, veïns i comerciants de La Rambla, ven con buenos ojos que disminuya la presencia de coches en sentido ascendente, aunque son partidarios, apunta Fermí Villar, vocal de la junta de la entidad, de que la circulación se restrinja totalmente "a largo plazo", cuando se consiga "una buena conexión viaria del puerto con el Eixample por otro sitio". "El plan Cerdà no trata La Rambla como una vía de tráfico", señala Villar.

En relación a la circulación, explica, asimismo, que la asociación ha pedido al consistorio que se elimine el paso de las líneas ordinarias de autobús por La Rambla, pues "poca gente" utiliza las paradas de esta calle, y que estas se sustituyan por "un bus de barrio eléctrico".

Villar también cuenta que el plan especial para lavar la cara a la calle, al que han tenido acceso y que está pendiente de que se resuelvan las alegaciones, prevé modificar la situación de quioscos de prensa, puestos de flores y terrazas. "No habrá un quiosco delante de una floristería ni una floristería delante de una parada de metro", apunta.

Además, dice, se establece la obligatoriedad de soterrar los armarios de empresas suministradoras de electricidad, telefonía, gas y agua.

"El objetivo es esponjar La Rambla quitando elementos fijos para hacer un paseo mucho más cómodo de transitar", señala la regidora de Ciutat Vella, y añade que la reordenación de la calle  "es crucial para conseguir la cohesión entre el Raval y el Gòtic" y para hacer "más compatible" la vida vecinal con la "presencia masiva y exagerada de turistas" en Ciutat Vella.

Una vez se apruebe el plan especial de la Rambla, el Ajuntament tiene previsto convocar un concurso internacional para reurbanizar la vía, después de aceptar en el pleno del viernes un ruego del PSC para que este se lleve a cabo. La fecha de inicio de las obras, sin embargo, aún está por concretar.

"Nos gusta la idea del concurso internacional porque muchas veces La Rambla está mejor vista desde fuera", dice Villar, que celebra que el plan especial, que llevan casi 40 años reclamando, "protege bastante la variedad" de esta calle y "la ordena".

"Llega tarde pero al menos llega consensuado y con mucho trabajo detrás de los gobiernos municipales que le han ido dando forma", apunta.

El gobierno municipal estudiará reducir aún más el tráfico de subida, que desde 2007, ya está restringido en determinados momentos del día.

De lunes a sábado de las 11 a las 15 horas y de las 17 a las 20.30 horas y los domingos y festivos de las 9 a las 21 horas solo pueden circular en sentido ascendente vehículos autorizados, usuarios de parkings, transporte público y bicicletas.

16 cámaras registran las matrículas de los vehículos que se saltan la normativa, que son sancionados con multas de unos 90 euros.

La regidora de Ciutat Vella, Gala Pin, ha anunciado a 20minutos que "antes del verano" las estatuas humanas de La Rambla tendrán una nueva regulación, pues la actual está en prórroga.

"Lo que no está en cuestión", ha apuntado, es que puedan dejar su emplazamiento en Santa Mónica, como reclaman.

El jueves está prevista una reunión entre el Ayuntamiento y las estatuas para debatir sobre la normativa.