La compleja fusión de la electrónica y el flamenco que les ha dado el éxito al dúo formado por Alejandro Acosta y Nita, Fuel Fandango, sigue fuerte en su tercer trabajo: Aurora (Warner).

Escriben a cuatro manos las letras y al final, ¿cuál es de cuál?, ¿o llegan a no distinguir?

Nita: No podríamos decirlo, suelo hacerlas más yo, pero en este estamos muy mezclados.

Alejandro: La parte flamenca es de ella, la que está en español. Yo hago más las letras en inglés.

En este disco hay mucha más letra en español, ¿por qué?

A: Nos dimos cuenta al terminarlo que casi la mitad estaba en español, y lo normal en nosotros era el inglés. Mola habernos quitado ese corte que teníamos con el español.

¿Y ese 'reparo' con el español?

N: Cuando haces electrónica no es fácil meter español, y menos flamenco. Pero nos hemos relajado un poco, han pasado unos años y somos más naturales.

A: Nos hemos quitado miedos.

¿Cuáles?

A: Al principio tienes miedo porque es un terreno que no hace nadie, flamenco y electrónica, y hay una línea delgada entre lo que mola y lo hortera, y como estamos siempre en esa línea... Da miedo.

N: Además de más castellano, también nos hemos atrevido con más flamenco.

Y con más electrónica...

A: Sí, en este disco pega muy fuerte. A mucha gente que no escucha flamenco nos dice que nosotros sí le gustamos. Nos sigue sorprendiendo que la gente tenga interés y les guste Fuel Fandango porque es una mezcla muy rara.

N: Hacemos música alternativa, pero es de baile y la gente se hincha a bailar.

Tampoco se han privado de protestar en la canción Salvaje...

A: Sí, hace una foto de lo que pasa ahora en el mundo.

N: Es un canto a la libertad. Es decir que no te domestiquen y que vivas como te apetezca. Nos educan para producir y tener una vida de robot: tienes que casarte, tener hijos, una casa. Y a lo mejor a mí no me apetece. O no quiero trabajar. Es un sistema muy cuadriculado y me siento una marioneta.

¿Se siente una marioneta?

N: Sí, muchos nos sentimos así.

A: ¿Por qué no podemos pasar de un país a otro?

N: Siempre ha pasado. Ahora los sirios, pero de África vienen en pateras desde hace años.

¿Cómo quieren que reciba la gente esta queja?

N: Báilala, pero escúchala. El mensaje está.

A: Y que cada uno coja la lectura que quiera.

N: Y que seamos libres, o al menos lo intentemos.

A: Sí, tira para adelante que ya llegarás, sigue tu intuición. Si algo te dice que hagas otra cosa, hazlo ¿qué te lo impide?

¿Un disco para la libertad?

A: Un canto a la libertad y también a la naturaleza.

N: Es lo que somos: libertad y naturaleza.

¿Y un trabajo para emocionar?

A: Una canción te puede alimentar el alma. La música es un arma para concienciar. Aunque haya quien esté más pendiente de la estética.

N: Hay de todo, a la gente...

Pero ¿qué es 'la gente'?

N: Hay dos vertientes...

¿Los tontos y los otros?

N: (Risas) Pues supongo. Y hay que respetarlos.

¿Y si nos pasamos de tolerantes?

N: (Risas) No, no tenemos problema. Y que venga quien quiera a nuestros conciertos. Recuerdo en los primeros que venía gente muy heavy y yo decía pero esta gente no pega.