Fiscalía solicita 9 meses de cárcel al joven marroquí acusado de tirar a su esposa embarazada de la furgoneta

El Juzgado de lo Penal número 4 de Valladolid ha dejado visto para sentencia el juicio contra el joven de origen marroquí J.Z. por un delito de maltrato en el ámbito familiar sobre su mujer, con la que discutió el pasado día 9 de marzo en el interior de la furgoneta que ocupaban en la Plaza de Las Brígidas y a la que, presuntamente, arrojó a la vía cuando se hallaba en avanzado estado de gestación.

El Juzgado de lo Penal número 4 de Valladolid ha dejado visto para sentencia el juicio contra el joven de origen marroquí J.Z. por un delito de maltrato en el ámbito familiar sobre su mujer, con la que discutió el pasado día 9 de marzo en el interior de la furgoneta que ocupaban en la Plaza de Las Brígidas y a la que, presuntamente, arrojó a la vía cuando se hallaba en avanzado estado de gestación.

Al término de la vista, seguida por el procedimiento de juicio rápido, la fiscal del caso ha solicitado para el supuesto maltratador una condena de nueve meses de cárcel y la prohibición de acercarse a su pareja por espacio de dos años, frente a la petición absolutoria de su defensa, que, además de rechazar la comisión del citado delito, ha incidido en las consecuencias humanas y familiares de una posible sentencia condenatoria, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

Durante la vista, J.Z, de 34 años, ha negado haber golpeado y arrojado a su esposa de la furgoneta y ha advertido de que discutió con ésta, de 30, porque él se disponía a realizar un viaje a Marruecos, donde iba a participar en una tradicional fiesta del caballo, y ella pretendía acompañarle, algo que él no veía conveniente debido a se encontraba en los últimos meses del embarazo.

Ella dice que cayó accidentalmente

Su versión ha sido corroborada por la aludida, quien sostiene que se apeó voluntariamente del vehículo pero que al poner el pie perdió el equilibrio y cayó al suelo debido a que sufría un esguince de tobillo anterior.

Dos testigos que presenciaron los hechos ocurridos en la confluencia de la calle Gardoqui y la Plaza de las Brígidas, un abogado y un profesor, han ratificado las declaraciones presentadas en su momento en comisaría, con la particularidad de que el primero vio a la víctima ya caída en el suelo y el segundo presenció cómo salía despedida de la furgoneta, aunque sin precisar si fruto de un empujón o de forma accidental.

El letrado sí ha confirmado que al acercarse a la mujer para auxiliarla, ésta le reconoció que había sido empujada, mientras que el docente ha precisado que llegó a ver al acusado golpear a la víctima en un hombro.

En su informe final, el defensor del acusado ha recordado que en este tipo de delitos el objetivo es preservar la paz familiar, "bien jurídico protegido que quedaría quebrado" ante una posible condena, además de las graves consecuencias que tendría para la pareja, que sigue viviendo con total normalidad. A ello, añade el hecho de que la mujer dará a luz a final de este mes y el único sustento familiar es el sueldo que percibe el marido como repartidor en una gran superficie comercial.

Como ejemplo de la buena relación de la pareja, el defensor, que ha calificado el episodio protagonizado por su defendido como un "exceso gestual", ha recordado que el mismo día en que J.Z. declaró en el Edificio de los Juzgados, en la calle Angustias, fue puesto en libertad y salió ya entonces del inmueble de la mano de su supuesta víctima.

La pareja convive desde hace cinco años y ella, a punto de tener el bebé, es madre de una menor de 14 años fruto de una relación anterior.

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