La defensa de José M.G., único imputado por el crimen de la joven Beatriz Collado, cuyo cadáver fue hallado en el pantano granadino de Cubillas en marzo de 2006, ha solicitado la libre absolución de su cliente, que será juzgado los próximos 10, 11 y 12 de diciembre en la Audiencia Provincial de Granada.

Su abogada, la cuarta que se nombra desde el Turno de Oficio, ha explicado que en el escrito presentado expresa su disconformidad tanto con la petición del Ministerio Fiscal como con la de la acusación particular.

En este sentido, la defensa, que tuvo que pedir una prórroga a la hora de presentar su escrito en junio, niega los hechos de los que se acusa a José M.G., pide que se siga el procedimiento por los trámites adecuados y manifiesta que procede la libre absolución del inculpado.

Durante la instrucción del caso, el acusado explicó ante la juez que dos personas cercanas a su entorno, dedicadas al narcotráfico y de origen árabe, le forzaron a que se acostara con Beatriz tras no cumplir un pacto y haberse quedado con un dinero.

Este pacto, según su versión, habría consistido en acabar con la vida de al menos cinco personas cercanas al entorno de los árabes, que habrían contratado a José como sicario, acuerdo que el acusado no cumplió, de ahí que se cometiera el crimen como venganza.

Por su parte, las acusaciones pública y particular en el caso de la muerte de Beatriz Collado solicitan penas que oscilan entre los 30 y los 48 años y medio de prisión, respectivamente.

La Fiscalía le acusa de los delitos de homicidio, violación, detención ilegal y robo con intimidación, mientras que la acusación particular, ejercida por el entonces novio de Beatriz, califica los hechos constitutivos de asesinato, violación, detención ilegal, robo con intimidación, daños y tenencia ilícita de armas.

La obligó a apagar el móvil

Según el escrito del Ministerio Público, al que tuvo acceso Efe, los hechos tuvieron lugar el pasado 1 de marzo de 2006 cuando el procesado, condenado con anterioridad por otros delitos, coincidió "de modo casual" con Beatriz en la calle La Calera de Granada, donde la chica había aparcado su coche para hablar por teléfono con novio Ramón.

Entonces, precisa el fiscal, le exigió que apagara el móvil, rompiendo el cristal de la puerta delantera del vehículo, indicándole que saliera del mismo y le entregara el teléfono.

A continuación, la llevó a un lugar no determinado donde la mantuvo retenida en contra de su voluntad de forma intimidatoria, "creando en Beatriz una situación de pánico y terror que la obligaba a mantenerse inmóvil y sin poder reaccionar en todo momento".

En ese momento, el acusado, "al objeto de satisfacer sus deseos", la obligó a mantener relaciones sexuales con penetración al menos en una ocasión, consumando este acto.

Esta situación de privación de libertad de Beatriz se mantuvo, según el fiscal, hasta que, entre las 3:00 y las 5:00 horas de la madrugada del día 2 de marzo, poco tiempo después de haber mantenido la relación sexual.

Entonces, "con ánimo de acabar con su vida" y encontrándose situado detrás de ella, aprovechó que la chica llevaba en el cuello una "bufanda-tubo" ajustable con un cordón, tiró "violentamente" del mismo y le produjo la muerte por asfixia mecánica por estrangulación.

Acto seguido, trasladó a la chica hasta la zona conocida como "La Playa" en el Pantano de Cubillas, en el término municipal de Albolote (Granada), donde la depositó en el agua a escasos metros de la orilla, lugar en el que fue encontrada por los encargados de la limpieza de la zona sobre las 8:15 horas de la mañana.