Coincidiendo con el Dia de Sant Jordi, un manto de rosas cubrirá la fachada de Casa Batlló con una instalación de más de mil flores que vestirán los balcones y la tribuna del monumento. La acción empezará a las nueve de la mañana del 23 de abril y culminará con la venta de 2016 rosas a pie de calle que se podrán adquirir a un precio voluntario. La recaudación se destinará íntegramente a la Fundació Arrels.

Casa Batlló colabora  junto a la Fundación Arrels para celebrar la Diada de Sant Jordi, dando a conocer la problemática de las personas sin hogar. Cada noche en Barcelona duermen 900 personas en la calle y 1.500 en centros de atención públicos y privados. Arrels atiende a personas sin hogar inspirándose en el Housing First, un modelo de atención estadounidense que tiene como punto de partida la vivienda digna y estable y que ofrece a cada persona el apoyo que necesita.

Desde su creación en el año 1987, la Fundación con su equipo de trabajadores, voluntarios y personas que han vivido en la calle han atendido a más de 9.000 personas. En el 2014, Arrels destinó casi la mitad de su presupuesto en proporcionar un techo a 231 personas.

La Fundación aprovechará la jornada, que coincide con el Día Internacional del Libro, para presentar el último libro de Miquel Fuster, “15 años en la calle”. El autor es un historietista y dibujante barcelonés que tras pasar más de una década en la calle ha recuperado su vida gracias a su esfuerzo y a la labor de la Fundación.

La Casa Batlló, Monumento Histórico Nacional desde el año 1969 y Patrimonio de la Humanidad desde el 2005, cuenta con un millón de visitas anuales. Y la leyenda del caballero que mató al dragón, salvó a la princesa y le regaló una rosa está presente en la fachada y en dos espacios interiores de la Joya de Gaudí.

En la azotea, destaca el lomo del dragón, con las tejas en forma de escamas, atravesado por la Cruz de cuatro brazos que evoca la espada de Sant Jordi. En el último piso, se observa un balcón en forma de flor aludiendo al balcón de la princesa de la leyenda. En pisos inferiores, se sitúan los restos de las víctimas del dragón en los balcones en forma de calaveras y la forma de huesos de las columnas de la tribuna.

En el vestíbulo privado de acceso a la vivienda de la familia Batlló, se ubica una escalera con una barandilla cuyos remates recuerdan a la vértebras de un animal y que, según la cultura popular, podría referirse a la cola de dragón. Por último en el desván, la sala principal de arcos catenarios evoca a la caja torácica de un gran animal.