Las autoridades iraníes ejecutaron ayer a 21 personas por tráfico de drogas y «acciones criminales», con lo que asciende a alrededor de medio centenar el número de los ahorcados en este país por delitos similares desde finales de julio. Diecisiete de ellos fueron ahorcados en la provincia de Jorasán, la mayor ejecución masiva el pasado 22 de julio. Por otra parte, un ex diputado chino y su cómplice fueron ejecutados ayer por asesinar a la amante del primero con un coche bomba.