El Centro de Estancia Temporal de Inmigración (CETI) de Melilla acoge a poco más de 500 personas, principalmente personas llegadas del África subsahariana, Siria y Argelia, y en menor medida de otros países.

Según han informado a Europa Press fuentes policiales, esta cifra, una de las más bajas de los últimos años, se ha podido lograr gracias a los traslados de los refugiados de guerra llegados desde Siria y de otros colectivos como subsaharianos, y las repatriaciones a sus países de origen de indocumentados, fundamentalmente argelinos.

Estos movimientos, según han añadido, ha provocado que el colectivo más numeroso en el CETI haya pasado de los sirios a los subsaharianos, con unos 200 componentes, entre ellos los ocho que saltaron la valla la pasada semana, en la primera entrada de estas características de los últimos cuatro meses.

El segundo colectivo es el sirio, que no alcanza los 200, seguido de los argelinos, con unos 130, mientras el resto de nacionalidades presenta cifras muy reducidas.

El CETI, en la actualidad, tiene una ocupación óptima, frente a los 2.000 que llegó a contar a principios de 2015, en los cuadriplicaba el número para el que fue construido.

Estas instalaciones dependen del Ministerio de Empleo y Seguridad y Social y en ellas se acogen en régimen abierto a los inmigrantes que llegan irregularmente a Melilla. En el CETI tienen asegurado el alojamiento, la manutención y la sanidad, así como la educación para aquellos que tienen menos de 16 años de edad.