Confirmados seis años de cárcel al hombre que en 2009 hirió con una escopeta a su cuñado y su sobrino en Peñafiel

El condenado permaneció huido tras los hechos durante cuatro años y ocho meses, hasta su detención en diciembre ded 2013

La Audiencia de Valladolid ha ratificado la condena de seis años y cinco meses de prisión recaída sobre el vecino de Peñafiel Luis G.R, quien en abril de 2009, durante una discusión familiar en dicha localidad, causó graves lesiones a su cuñado y al hijo de éste tras efectuar un disparo de escopeta contra el primero e interponerse el segundo en la trayectoria de los perdigones.

La setencia de la Sección Cuarta de lo Penal mantiene así invariable una anterior del Juzgado de lo Penal número 2, de fecha 24 de noviembre de 2015, que halló al procesado autor de dos delitos de lesiones con uso de instrumento peligroso y de otro de tenencia ilícita de armas y le impuso un total de seis años y cinco meses de cárcel, junto con el pago de indemnizaciones en favor de su cuñado, José Manuel B.C. y el hijo de éste, Óscar, por importe de 1.980 y 6.050 euros, respectivamente, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

Los hechos se remontan al 26 de abril de 2009, cuando las víctimas, José Manuel B.C.—se encuentra ya fallecido—y Óscar acudieron a casa de la familia de la esposa del primero y madre del segundo, en la calle Destiladeros de Peñafiel, con el fin de convencerla para que regresara con ellos a su casa en Manzanillo.

Mala relación con la familia de la esposa

En el encuentro con la familia de la mujer, con la que padre e hijo no mantenían una relación amistosa, se produjó una fuerte discusión, con lo que José Manuel y su hijo optaron por marcharse del inmueble.

Fue entonces cuando la esposa de José Manuel alertó de lo ocurrido a su hermano, el ahora condenado, Luis G.R, y éste acudió acompañado de otro hermano al domicilio familiar. Sin embargo, al no encontrar a su cuñado y sobrino, salieron en su persecución armados con un hacha y un cuchillo pero tampoco dieron con ellos.

Finalmente, Luis G.R. regresó a casa y se hizo con una escopeta de caza—con el número de identificación borrado y para la que no tenía licencia—y reinició la búsqueda de su cuñado y su sobrino, hasta que logró localizarles en el parque de la calle San Vicente y allí, sin mediar palabra, descerrajó un tiro a no menos de seis metros de distancia a José Manuel B, quien no fue alcanzado de lleno ya que su hijo se había interpuesto segundos antes delante de él con el fin de protegerle.

Los perdigones hirieron de gravedad a padre e hijo, sobre todo al segundo, quien tuvo que ser intervenido para extraerle los perdigones alojados en el tórax, el abdomen y el escroto, mientras que su progenitor recibió igualmente el impacto de perdigones en el tercio distal del muslo derecho que le obligaron también a pasar por quirófano.

Durante el juicio, el condenado, quien tras los hechos huyó y permaneció prófujo de la justicia durante cuatro años y ocho meses, hasta que fue finalmente detenido el 18 de diciembre de 2013, alegó, sin éxito, que la escopeta la portaba su cuñado y que el disparo se produjo en el forcejeo entre ambos.

Lo llamativo de la ratificación de la condena es que la Audiencia Provincial apunta incluso que, por la gravedad de los hechos, el caso bien podría haberse seguido por el procedimiento de sumario ordinario puesto que en supuestos similares el Tribunal Supremo ha entendido que concurre la alevosía y, por tanto, la actuación del condenado podría haberse tipificado como tentativa de homicidio.

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