La mecha de la violencia prende en los mítines de Donald Trump, cada vez más cuestionado

  • Crece la reacción contra el magnate en las filas republicanas y demócratas tras un fin de semana lleno de episodios violentos en sus actos electorales.
  • Trump, lejos de condenar los actos, se ofrece a pagar las costas judiciales de sus adeptos si se meten en problemas por defenderlo.
  • La prensa oficial china carga contra Trump y advierte de los graves riesgos de "un presidente racista".
  • Tanto el multimillonario como Hillary Clinton buscarán en el próximo supermartes electoral de EE UU un triunfo crucial que deje fuera de combate a sus rivales.
Enfrentamientos entre partidarios y detractores de Donald Trump en un mitin pospuesto y que iba a celebrarse en la Universidad de Illinois, en Chicago.
Enfrentamientos entre partidarios y detractores de Donald Trump en un mitin pospuesto y que iba a celebrarse en la Universidad de Illinois, en Chicago.
GTRES
Enfrentamientos entre partidarios y detractores de Donald Trump en un mitin pospuesto y que iba a celebrarse en la Universidad de Illinois, en Chicago.

La mecha de la crispación ha prendido y la violencia se ha colado en la campaña electoral en EE UU. Lo ha hecho de la mano del polémico pecandidato republicano Donald Trump, cuyo discurso populista, xenófobo, nacionalista y belicoso en política internacional se ha convertido en el epicentro de la carrera hacia la Casa Blanca, con episodios de agresividad y violencia crecientes en sus mítines y el rechazo rotundo tanto de sus rivales demócratas como de sus compañeros republicanos, así como de cada vez más líderes internacionales.

El punto culminante de esta forma de hacer política se ha alcanzado este fin de semana, cuando el multillonario neoyorkino se vio obligado a suspender un acto electoral en Chicago por las protestas de grupos a favor y en contra, el servicio secreto tuvo que rodearlo durante un discurso en Ohio para protegerle y en otro mitin, en Kansas City, la Policía usó espray de pimienta para dispersar a manifestantes concentrados a las puertas.

Los altercados de este fin de semana engrosan una larga lista de agresiones ocurridas en actos de campaña celebrados por Donald Trump. la semana pasada una reportera del portal de noticias Breitbart denunció por agresión a Corey Lewandowski, responsable de campaña de Trump, quien supuestamente le agarró de la muñeca con fuerza y la apartó cuando ella pretendía hacer una pregunta al empresario. El pasado miércoles en Carolina del Norte, un asistente a un mitin del otrora presentador del programa televisivo The Apprentice ("El Aprendiz") golpeó en la cara a un manifestante negro después de que éste interrumpiera el evento a gritos. Y todos recuerdan en EE UU cómo el propio Trump ordenó a seguridad que sacaran de la sala al periodista estrella de Univisión, Jorge Ramos, de origen mexicano, por hacerle una pregunta incómoda sobre inmigración durante una rueda de prensa. Y esos son solo unos ejemplos.

"El responsable de las protestas es un candidato que no ha hecho más que promover odio y división contra los latinos, los musulmanes, las mujeres y los discapacitados", lamentó este finde semana el precandidato demócrata Bernie Sanders. Tanto él como los rivales republicanos de Trump han culpando al magnate de incentivar la violencia al incitar a sus simpatizantes a emplear la fuerza contra los manifestantes.

"Está literalmente incitando a la violencia con estos seguidores", dijo Sanders en alusión a unos comentarios del aspirante republicano, en los que sugería que está dispuesto a pagar los costes legales de aquellos adeptos suyos que agredan a los manifestantes que tratan de interrumpir sus actos electorales. "Él está diciendo 'si sales y agredes a alguien, eso está bien, yo pagaré las costas'. Eso es una salvajada y espero que el señor Trump rebaje el tono", subrayó el senador. En su opinión, el magnate "debería decirle a sus seguidores que la violencia no es aceptable en el proceso político americano (estadounidense)".

Pero el polémico multimillonario ha defendido con rotundidad a sus admiradores, sin condenar sus actos violenctos, e incluso ha amenazado a Sanders en Twitter."Ten cuidado Bernie -escribió-, o mis seguidores irán a los tuyos (mítines)", escribió Trump este sábado en su cuenta de esta red social,  lo que le ha granjeado duras críticas de sus rivales en la carrera presidencial, también dentro de los conservadores.

Críticas de conservadores y demócratas

En declaraciones a la cadena estadounidense CNN, el precandidato republicano Marco Rubio ha dicho que el magnate debe asumir su responsabilidad "por las consecuencias de su retórica", mientras que el también precandidato Ted Cruz ha afirmado que Trump es "responsable" de estos hechos de violencia "por la cultura de su campaña". "Cuando tienes una campaña que incita a la violencia, cuando tienes una campaña que se enfrenta a acusaciones de violencia física contra miembros de la prensa, creas un ambiente que solo fomenta este tipo de desagradable discurso", ha señalado Cruz, senador por Texas.

Dentro de las filas demócratas, la aspirante que lidera la campaña, Hillary Clinton, acusó al empresario de dirigir "una campaña muy cínica, enfrentando a unos grupos contra otros". "Él está traficando con odio y miedo, está jugando con nuestros peores instintos", aseveró este domingo la ex secretaria de Estado, quie este mismo lunes ha asegurado algunos líderes internacionales le han ofrecido su apoyo para frenar a Trump, favorito para la nominación presidencial republicana. "Hay líderes internacionales que me preguntan si pueden apoyarme para detener a Donald Trump".

Preguntada por quiénes son esos líderes, Clinton mencionó al primer ministro italiano, Matteo Renzi, quien ha expresado su opinión "públicamente", pero rehusó dar más nombres con el argumento de que fueron comunicaciones privadas. La ex primera dama advirtió de "cuán peligrosa una Presidencia de Donald Trump sería" para la posición de EE UU, su seguridad y "la paz del mundo".

Precisamente este lunes la prensa oficial china carga contra el aspirante multimillonario por "racista" y "extremista", al tiempo que advierte, en un editorial muy crítico, de graves consecuencias si lograra convertirse en el próximo presidente de los Estados Unidos. "Estados Unidos debería cuidarse de no ser una fuente de fuerzas destructivas contra la paz mundial, en lugar de señalar con el dedo a otros países por su supuesto nacionalismo y tiranía", destaca el artículo de opinión, publicado en multitud de medios en China, donde se subraya el carácter "narcisista e inflamatorio" de Trump y su sorprendente papel en la campaña.

El polémico empresario cuenta a día de hoy con grandes opciones de lograr la candidatura de su partido a la casa Blanca. Tanto él como Clinton buscarán en el próximo supermartes electoral de Estados Unidos un triunfo crucial que deje fuera de combate a sus rivales y alise su camino hacia la candidatura a la Casa Blanca.

Republicanos y demócratas celebran el 15 de marzo elecciones primarias en Florida, Illinois, Misuri, Carolina del Norte y Ohio. La cita resulta especialmente decisiva para los conservadores, pues en Florida, Illinois y Ohio el vencedor se adjudica todos los delegados en disputa que deben designar al candidato presidencial en la Convención Nacional Republicana de julio próximo.

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