Asociaflor-Andalucía advierte de la "proliferación" de viveros "ilegales" de planta de almendro en la comunidad autónoma, motivo por el que ha interpuesto "más de 45 denuncias" ante la administración competente "para que desde ésta se realicen las inspecciones pertinentes y, si proceden, se tomen las medidas oportunas".

Así lo ha explicado este viernes en una nota Asociaflor-Andalucía, que representa al sector productor de flores y plantas de la comunidad autónoma, abarcando todos los sectores que comprenden esta actividad —flor cortada, planta ornamental, viveros de frutales, cítricos y olivos; y viveros forestales— a lo largo de todas las provincias andaluzas.

Esta asociación afirma que, "debido al importante incremento que está habiendo en la demanda de frutos secos, se está consolidando en España y Andalucía un aumento muy significativo en la superficie de cultivo del almendro", al tiempo que apunta que "las nuevas plantaciones son fundamentalmente de regadío, y van acompañadas de un desarrollo de variedades que está proporcionando una mejora varietal que hace del almendro un cultivo muy distinto al tradicionalmente conocido".

"Como consecuencia de dicho aumento en la superficie de cultivo, la demanda de plantones de almendro también se ha visto muy incrementada, generando en Andalucía la proliferación de viveros productores de planta de almendro que ejercen su actividad de manera ilegal", según advierte Asociaflor, que subraya que "los efectos de dicha actividad ilegal son muy perniciosos no sólo por el evidente desarrollo de una economía sumergida que daña gravemente a un sector con un importante y consolidado papel económico y social" en Andalucía, sino "por los riesgos implícitos que conlleva comercializar una planta que carece de los controles fitosanitarios mínimos".

Al hilo, menciona que actualmente se vive "una coyuntura de alto riesgo fitosanitario, con enfermedades y plagas, como la 'Xylella fastidiosa', que, de desarrollarse en Andalucía, supondrían un durísimo revés para nuestro sector agrícola".

A ello hay que añadir, según agrega, "el riesgo que puede conllevar para el agricultor que adquiera esa planta, cuya plantación podría quedar al margen de la legalidad en los casos de variedades sujetas a protección, ya que estos supuestos 'viveristas' es imposible que estén autorizados para su producción y comercialización si previamente no tienen legalizada su actividad".

Así las cosas, desde Asociaflor-Andalucía se han interpuesto "últimamente más de 45 denuncias ante la administración competente de viveros cuya actividad es sospechosa de ser ilegal, para que desde ésta se realicen las inspecciones pertinentes y, si proceden, se tomen las medidas oportunas, aplicando las sanciones que correspondan y requiriéndose a los interesados para su legalización o cierre". Estas denuncias están en estos momentos "pendientes de resolución".