Palomares podrá estar limpio de radiactividad por fin, 42 años más tarde

  • EE. UU. asumirá la totalidad de los gastos causados por el daño provocado por la caída de sus dos bombas atómicas en 1966.
  • Se hará un análisis completo de la zona, "en tres dimensiones", para estar "completamente seguros de que no queda nada".
Un soldado norteamericano en labores de descontaminación que se hicieron hace más de cuarenta años, después de la caída accidental de las bombas.
Un soldado norteamericano en labores de descontaminación que se hicieron hace más de cuarenta años, después de la caída accidental de las bombas.
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Un soldado norteamericano en labores de descontaminación que se hicieron hace más de cuarenta años, después de la caída accidental de las bombas.

Los terrenos de Palomares (Almería) afectados por la caída de dos bombas atómicas estadounidenses podrían estar "completamente limpios" en un plazo de entre quince y dieciocho meses, 42 años después del accidente.

En los próximos meses, previsiblemente antes de que acabe el año, los técnicos españoles y estadounidenses que trabajan en la zona habrán terminado el "mapa radiométrico" y la caracterización de los terrenos contaminados y a continuación comenzarán los trabajos de limpieza.

El director del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) , Juan Antonio Rubio, destacó la importancia de ampliar el perímetro de los terrenos que habían sido ya expropiados por el Gobierno y en los que estaban centrando su labor los técnicos españoles y estadounidenses.

Rubio explicó que se trata de ampliar en aproximadamente

cincuenta metros el perímetro de los terrenos ya expropiados, y calculó que las parcelas que se incorporarán a esos estudios suman unas dos hectáreas más. Valoró la colaboración del Departamento de Energía de Estados Unidos y la contribución técnica de los empleados de aquel país que trabajan en la zona, además del
apoyo y la colaboración de las autoridades locales.

Experiencia y tecnología

Rubio destacó la experiencia que Estados Unidos tiene en esta materia, y apuntó que la tecnología de la que disponen permite detectar restos de contaminación radiactiva en porcentajes "ínfimos", de hasta una billonésima de gramo. Explicó que el mapa radiométrico no se va a limitar a la superficie de los terrenos y que los especialistas van a realizar un análisis en tres dimensiones de toda la zona afectada hasta niveles muy profundos.

Juan Antonio Rubio aseguró que los resultados que se han obtenido durante los últimos meses en los terrenos sobre los que se está trabajando han apuntado indicios de que es conveniente ampliar la zona para estar "completamente seguros de que no queda nada".

Recordó que las expropiaciones de los terrenos son competencia del Gobierno, que el personal que trabaja en la zona es del CIEMAT, y que la "caracterización" de la zona y posterior limpieza será sufragada prácticamente por completo por la administración estadounidense.

Las bombas cayeron el 17 de enero de 1966, cuando dos superbombarderos estadounidenses realizaban un vuelo rasante rutinario sobre la península. El accidente de uno de ellos, que chocó con su nodriza antes de repostar sobre el espacio aéreo almeriense, hizo que soltara cuatro bombas atómicas, de las que dos cayeron en Palomares y liberaron plutonio radiactivo, aunque no explosionaron.

La tercera bomba fue recuperada intacta en tierra y la cuarta se localizó meses después en el mar.

En 2004, el Gobierno español decidió expropiar varios terrenos en la localidad de Palomares para prevenir eventuales riesgos, y el pasado año España y Estados Unidos alcanzaron un acuerdo para proceder a la descontaminación de la zona.

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