El exasesor fiscal y exsecretario del Instituto Nóos Miguel Tejeiro ha negado haber dicho en su día que la Infanta Cristina fuese un 'escudo fiscal' ante Hacienda en Aizoon, la empresa de la que es propietaria al 50 por ciento junto a su marido, Iñaki Urdangarin, desmintiendo de este modo las afirmaciones efectuadas por el notario que participó en la constitución de la mercantil, Carlos Masià, ante el juez José Castro.

Según manifestó Masià ante Castro, Tejeiro le dijo que, con la hermana del Rey Felipe VI al frente de Aizoon, habría "un trato especial" por parte de la Agencia Tributaria y no habría inspecciones. Y ello después de que Masiá le recomendara que, de cara a la puesta en marcha de la sociedad, la infanta no figurase en la misma puesto que era "muy peligroso ponerla en una sociedad expuesta a muchas cosas" y sometida a "muchos avatares, quiebras y concursos".

Tejeiro, en su declaración como testigo ante el tribunal que juzga el caso Nóos y a preguntas del fiscal anticorrupción Pedro Horrach, ha achacado las acusaciones de Masià a una "animadversión y a un odio puro y duro para perjudicarnos a la Infanta y a mí".

Al ser preguntado sobre a qué se debían estas discrepancias, ha recordado que fue socio con su hermano entre 1998 y 2008 y, tras la muerte del padre de estos y ante su disconformidad con el contenido del testamento, Masià le pidió que, tras la interposición de una demanda al respecto, Tejeiro declarara a su favor "para decir que se había falseado el testamento". "Le dije que no lo haría y no lo hice. Declaré y lo que declaré no gustó", ha aseverado.

"Me llegó a enviar mensajes con advertencias y a partir de entonces comenzó a declarar contra mí", ha incidido Tejeiro, quien ha negado asimismo que la pretensión de crear Aizoon pasara por "soslayar el régimen de separación de bienes" de los exduques.

El exsecretario de Nóos Miguel Tejeiro, testigo clave en el juicio, ha declarado que Diego Torres le pidió a su hija Patricia Tejeiro que mintiera ante el juez Castro y le dijera que era empleada de Nóos, cuando en realidad fue contratada de forma ficticia por "una propina" de 60 euros al mes.

El testigo ha señalado que fingir la contratación de trabajadores era una "práctica habitual" en las empresas de la red Nóos y ha añadido que Torres animó a su hija a reclutar a algunas amigas con el fin de engrosar la plantilla y obtener beneficios fiscales. La joven accedió a mentir ante el instructor para "proteger a la familia".

A pesar de cobrar los 60 euros "por transferencia", en la nómina de Patricia figuraban 600. Según Tejeiro, su hermano Luis le explicó que el dinero se lo quedaban Urdangarin y Torres. El testigo ha dicho que la gestoría que compartía con sus hermanos facturaba 1.400 euros al mes por el trabajo que realizaban para todas las sociedades de Nóos.

A la media hora de iniciar el fiscal el interrogatorio, el letrado de Diego Torres, Manuel González Peeters, ha formulado protesta alegando que el testigo es abogado y ejerció durante las fechas de los hechos, por lo que debería guardar "secreto profesional". Los abogados defensores de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina se han adherido; el tribunal le ha comunicado que no debe contestar a las preguntas relacionadas con información confidencial o personal.