Hacía poco más de dos años que la barriada Liberación vivía tranquila. Las constantes inundaciones que los vecinos padecían desde 1996 eran prácticamente un recuerdo y las tormentas que azotaban de cuando en cuando a la ciudad no eran un problema para ellos.

No obstante, en la mañana del sábado, se volvieron a repetir varias de las escenas que ya parecían olvidadas. Sus calles se inundaron y el agua entró en las casas arrasando una vez más con los muebles y objetos personales de sus residentes.

"No nos dio tiempo de nada. Cuando nos dimos cuenta el agua ya había echado a perder la salita, el salón, muebles de la cocina y la pocetilla del patio no paraba de escupir agua. Eso sin olvidar que las calles estaban totalmente inundadas", comentaba una de las vecinas de la zona mientras que intentaba limpiar su casa.

El problema principal es que "los colectores que transportan el agua están más bajos de lo que deberían, ya que cuando sube el nivel de la Laguna de Torrox (que es a donde se dirigen estos tubos) estos quedan cubiertos y se produce un tapón", como explicó a este medio Antonio Román, antiguo presidente de la asociación de vecinos de la zona.

"Llevamos toda la vida así y siempre nos prometen soluciones que no llegan", se lamentaba Lorenzo Varela, propietario de uno de los inmuebles de Liberación. Mientras los vecinos se afanaban cubo a cubo por limpiar sus casas, la primar edil, Pilar Sánchez, visitaba las calles en compañía de varios delegados municipales.

A lo largo del recorrido Sánchez anunció que hoy mismo se habilitará una oficina para "para poder reclamar ayudas para reparar los daños", algo que a los residentes de la zona les parece insuficiente. "Lo que queremos son soluciones para que no tengamos que cambiar nuestros muebles cada vez que hay una tormenta", insiste otra de las jerezanas afectada.

Es importante señalar que el pasado sábado una intensa tromba de agua dejó casi 30 litros e inundó gran parte de la localidad en menos de una hora, ya que las lluvias comenzaron a las 9.30 y finalizaron a las 10.20 horas.

Escenas similares a las vividas en Liberación se pudieron observar en Las Flores, Federico Mayo, San Benito, El Portal, Las Tablas y buena parte del centro. De hecho, incluso el parking de la plaza del Caballo se anegó.

Una jornada intensa en Jerez que originó más de 71 intervenciones de los bomberos en todo el término municipal y que puso en alerta a las asociaciones agrarias ya que la vendimia está a la vuelta de la esquina.

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