El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha opinado que el servicio de Cercanías de Renfe en la Comunitat Valenciana es "manifiestamente mejorable, cuando no manifiestamente improcedente". Ha lamentado que "durante mucho tiempo" no se han ejecutado inversiones "contundentes" y, por ello, ha defendido la solicitud al Ministerio de Fomento de las competencias en esa materia.

Además, ha puesto de relieve que en 2010 se firmó un convenio entre el ministro de Fomento, José Blanco, y el entonces presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y "no se ha cumplido nada, ninguna de las cuestiones planteadas, algunas de las cuales afectan a la Marina Alta".

A preguntas de los medios, durante una visita al Ayuntamiento de Xàbia (Alicante), Ximo Puig ha subrayado que gestionar "peor" las Cercanías es "imposible" y ha pensado que "desde la proximidad" se puede "hacer mejor".

No obstante, ha matizado que esas competencias deben ir acompañadas por la "suficiencia económica" porque "no es tolerable el abandono sistemático de las inversiones en el áera mediterránea y muy especialmente en la Comunitat".

Ha recordado que la autonomía produce "una aportación enorme a la balanza fiscal y económica de España y no es posible que no sea atendida en equidad". A ese respecto, ha reclamado una atención desde el punto de vista de la financiación y de las inversiones.

Con todo, interrogado sobre el tren de cercanías de la Marina Alta, Puig ha esperado que con las competencias se pueda "agilizar" para que "el tren de la costa no sea un viejo fantasma que nunca se ejecuta".

AGUA

Preguntado por la política de agua del Consell sobre las desaladoras, como la de Xàbia, Puig ha dicho: "la política del agua pasa por el diálogo, la eficiencia y de que todas las posibilidades de mejorar el abastecimiento y garantizarlo para siempre sean una realidad".

A su entender, es una "nueva política" que "nada tiene que ver con la confrontación ni con el partidismo" para hacer del agua "una batalla". Así, ha destacado que debe practicarse una política de mancomunar servicios "orientados a la mayoría".

Ha rechazado las políticas en contra de las desalinizadoras porque "hay muchos países que tienen agua permanente por la conversión del agua de mar" y ha reconocido "la suerte de tener el agua de la mar" y no ha entendido "una especie de cruzada absurda que ha terminado en nada".

"Si hay una desalinizadora aquí que puede ser mejorada para dar garantías de agua a toda una comarca, creo que hay que hacerlo", ha zanjado.

Mala reputación

El 'president' ha considerado que la "peor hipoteca" que arrastra la Comunitat es la "reputacional, que hiere como pueblo", pero ha señalado que la deuda del Consell, cerca de 40.000 millones de euros, impide ejecutar determinadas actuaciones.

En ese sentido, ha manifestado que la Generalitat asumirá los compromisos adquiridos "hace mucho tiempo" en la medida que "sean coherentes" porque, a su juicio, "de lo que se trata es que la Generalitat cumpla, que no ha sido su norma de actuación en los últimos años".

Puig se ha referido así, al ser interrogado por los medios, por el compromiso para la ejecución de una piscina en Xàbia. El president ha visitado el Ayuntamiento y ha asistido a la inauguración de un nuevo edificio del consistorio que alberga concejalías y un retén de la Policía Local.

Asimismo, cuestionado por la gestión privada de los servicios sanitarios públicos de la Marina Alta, Puig ha reclamado que "se cumpla la legalidad y la buena atención a los ciudadanos", y ha alertado que el Consell "no consentirá" que se actúe de una manera "cicatera" en un servicio público.

En ese sentido, ha asegurado "ser consciente" de determinadas "acciones en este Área y, por tanto, es urgente tomar las decisiones oportunas".

Por su parte, el primer edil xabiero, José Chulvi, ha lamentado que la localidad ha terminado por "estar igual de lejos de Valencia que de Alicante, por culpa de una deficiente red de infraestructuras viarias". No obstante, ha entendido que "la distancia institucional" era de "miles de kilómetros" y ha opinado que con la visita de Puig "se rompe" la dinámica.