Uno de los acusados por el crimen de 'El Sevi', G.B, firmó el documento de compra venta en el 'compro oro' en el que, presuntamente, se vendió el solitario que le robaron a la víctima, tal y como ha dictaminado el informe caligráfico de la Policía Científica.

La Audiencia Provincial acoge hoy una nueva sesión del juicio por el crimen de 'El Sevi', ocurrido el 30 de octubre de 2012 en su domicilio del barrio de La Estrella, y por el que se pide a G.B y A.V ('El Velas') 28 y 25 años respectivamente.

Los informes de la policía científica, y periciales, han cobrado protagonismo en una sesión en la que, además, las conversaciones telefónicas privadas intervenidas al entorno de los causados han puesto encima de la mesa que los rumores estaban en la calle.

Empezando por las pruebas, éstas han dictaminado que G.B firmó la compra venta del anillo que, presuntamente, robaron a 'El Sevi' tras matarlo. Una conclusión a la que se ha llegado a pesar de que éste intentó desfigurar la letra.

En cuanto a la escena del crimen, se ha encontrado un único perfil genético que, además, coincide con el fallecido. De todas las pruebas existentes (las coca colas, las colillas, posibles huellas en el escenario), ningún dato hace identificar a nadie más.

Tras esto ha sido el turno de las llamadas intervenidas. En una de ellas, la de un amigo de 'El Velas' que, incluso, quiso ir a verle a la cárcel, éste ha explicado: "Les dije que había rumores, pero me tenía que haber callado". Y también: "Pobre chaval tampoco se si lo ha hecho él", además de: "Yo solo se los rumores".

Se sentía culpable por haber "incriminado" a 'El Velas' al haber contado los rumores que circulaban sobre él, pero explicando: "Le pregunté y me dijo que no". "Qué he hecho, qué he hecho", repetía.

Se puso nervioso cuando la policía le dijo que podrían caerle cinco años por cómplice pero, después, en una conversación con una amiga no dejaba de repetir "pobre chaval" y: "Ahora cómo le miro a la cara, ya no voy a ir a verle".

En otra conversación también se hace referencia a que una persona del entorno "anda contando", en relación al confidente que acudió a comisaría el 2 de febrero de 2014. "Tú cuenta lo que sabes", le aconsejaba uno a otro. "Primo, alguien había dicho que era yo el que andaba hablando con" G.B, apuntaba el otro.

"Gracias a Dios que estaba preso que si no me como veinte años; encima me lo quieren meter", apuntaba en una conversación el conocido de los acusados que fue sospechoso hasta que se supo que estaba en la cárcel ese día.