'Sevillasemueve' aplaude la muestra de las Atarazanas y pide más presupuesto para acometer el proyecto completo

Asegura que el "presupuesto limitado" impide que "la recuperación" alcance "la totalidad del edificio"

La asociación 'Sevillasemueve' ha valorado este viernes la exposición que acoge el Colegio Oficial de Arquitectos, sobre el proyecto de Guillermo Vázquez Consuegra para rehabilitar y adaptar como centro cultural las Reales Atarazanas, construidas en 1252 y declaradas Bien de Interés Cultural (BIC). Además, el colectivo pide más presupuesto para que el proyecto alcance "la totalidad del edificio".

Para la asociación, es bueno "conocer el proyecto mediante una exposición", sobre todo porque "así lo exige el pleno del Ayuntamiento tras diferentes mociones presentadas por los grupos políticos de la oposición". Será así "una de las contadas ocasiones en las que se realiza una muestra pública de un proyecto arquitectónico, por más que algunas voces tergiversen la realidad".

"Nunca se ha conocido al detalle los proyectos de, por ejemplo, las obras previstas en la restauración del Salvador o las que se están acometiendo en Santa Catalina, pero nos parece muy saludable esta opción, por más que la decisión final deba estar en manos de expertos como en el caso que nos ocupa: un jurado que falló como mejor opción la redacción del proyecto por parte de Vázquez Consuegra y una Comisión Provincial de Patrimonio que otorgó el visto bueno a la propuesta presentada". "El proyecto cuenta con todos los parabienes legales", defiende la asociación.

"Gracias a esta exposición pública se desmontarán clamorosas falsedades vertidas por diferentes profesionales, como la irreversibilidad de la actuación prevista", avisa el colectivo, según el cual la exposición también revela "la escasa ambición de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía" en esta iniciativa. Y es que "por un presupuesto limitado, la recuperación no se podrá extender a la totalidad del edificio, ya que dos de las cinco naves superiores no podrán ser remozadas, la cafetería no podrá probablemente ejecutarse y la propuesta quizá más interesante, como es excavar la zona final de la plaza cubierta, rescatando en esta zona la altura original de las naves y recuperando el paño de la muralla almohade donde se apoya el edificio, ni siquiera puede entrar en los planes previstos".

Por eso, pide a La Fundación La Caixa y la Junta de Andalucía, promotora del proyecto y titular del monumento, respectivamente, "un suplemento presupuestario en orden a acometer la totalidad del proyecto".

El conflicto de las atarazanas

La muestra, recordémoslo, surge después de las denuncias de los colectivos conservacionistas, que tachan de "crimen patrimonial" este proyecto avalado por la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico y con licencia de obras por parte del Ayuntamiento.

En concreto, avisan de que sobre el monumento pesa el plan especial de protección del sector Arenal del Conjunto Histórico Artístico de Sevilla y aunque el mismo "prohíbe" los usos de hostelería en los monumentos protegidos, el proyecto contempla "una cafetería con una terraza de unos 1.000 metros cuadrados". Además, denuncian que no se respeta la escala, las dimensiones ni la totalidad de sus elementos, como las pilastras o las cubiertas", pues en el nuevo diseño "se reforman y reconstruyen dos cuerpos edificados sobre las naves dos y cuatro.

Sus defensores, por contra, señalan que el proyecto en cuestión plantea mantener libre de uso el espacio medieval de la planta baja, el sistema estructural de las primitivas atarazanas mudéjares, así como abrir el espacio hacia la calle Dos de Mayo, como una posibilidad más respecto al actual sistema de acceso. Asimismo, se consagra como sala principal de exposiciones la primera planta del edificio de cabecera, construido como Maestranza de Artillería por Carlos III a finales del siglo XVIII. Por último, este proyecto rechazado por los colectivos conservacionistas, que lo tachan incluso de "crimen patrimonial", concentra los nuevos usos en la planta alta de las naves, donde "es más viable la intervención arquitectónica y hacia donde el edificio ha crecido en tiempos recientes".

Para Adepa, en cualquier caso, esta exposición no implica un verdadero "debate ciudadano" sobre el futuro del monumento, porque su "único contenido es el proyecto que ha obtenido licencia", toda vez que el debate "se va a limitar a una mesa redonda sólo con profesionales de la arquitectura, mayoritariamente ajenos a la realidad de Sevilla y sus monumentos aunque, eso sí, muy próximos a las pautas de intervención patrimonial del autor del proyecto".

Adepa, además, critica "la exposición en la sede de una entidad que ya se ha manifestado públicamente a favor de una opción concreta, en referencia al Colegio de Arquitectos, así como "el intento de eludir el debate ciudadano que ha de ser amplio y pluridisciplinar, intentando limitarlo a una controversia entre especialistas de la arquitectura".

Además, atisba "una exclusión de aquellas opiniones y alternativas distintas de la presentada", en alusión a "historiadores, arqueólogos, restauradores, americanistas y las entidades de la ciudad con interés y competencias en estos temas, como las academias, el Ateneo, o las fundaciones y las entidades conservacionistas". "Un proceso de participación ciudadana es bastante más que la exposición forzada de unos planos", avisa Adepa.

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